Los dirigentes africanos piden un alto el fuego en el este de RDC y se plantean enviar fuerzas de paz

Reuters
Actualizado: viernes, 7 noviembre 2008 22:24


MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los líderes africanos reunidos hoy en Nairobi para impulsar una 'hoja de ruta' que permita solucionar el conflicto en el este de República Democrática del Congo (RDC) hicieron un llamamiento al alto el fuego y se plantearon el envío de fuerzas "de pacificación" si fuera necesario, pero el líder de los rebeldes tutsis, Laurent Nkunda, advirtió de que la cumbre no acabará con su lucha a menos que el presidente congoleño, Joseph Kabila, acceda a negociar directamente con él.

"Debe producirse un alto el fuego inmediato por parte de todos los hombres armados y de la milicia en Kivu Norte", reza la declaración conjunta de los líderes, leído por el ministro keniano de Asuntos Exteriores, Moses Wetangula, según informa la BBC.

"La región de los Grandes Lagos no se va a quedar al margen para ser testigo de incesantes y destructivos actos de violencia. Con este fin, si fuera necesario, la región de los Grandes Lagos enviaría fuerzas de pacificación a la provincia de Kivu", añade.

Durante los últimos años se han alcanzado varios acuerdos de alto el fuego y pactos para desarmar a todos las milicias, pero no se han producido grandes avances y Nkunda ha realizado varias ofensivas.

Los dirigentes africanos también pidieron al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas --que discutió en su sesión de hoy la crisis en RDC-- que refuerce el mandato de la misión de paz de la ONU en este país africano (MONUC), que cuenta con 17.000 efectivos, y facilite los recursos adecuados. Por último, recomendaron la creación de un corredor humanitario en la zona de conflicto para "garantizar el acceso inmediato a la situación y la tragedia humanitaria".

Entre los asistentes a la cumbre, celebrada bajo los auspicios de Naciones Unidas, figuran el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon; el comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel; el presidente de RDC; el de Ruanda, Paul Kagame, así como los dirigentes de Kenia, Uganda, Tanzania, Burundi y Sudáfrica y representantes de la Unión Africana (UA).

Aprovechando el encuentro en Nairobi, los jefes de Estado de RDC y de Ruanda, que se han acusado mutuamente de respaldar a grupos insurgentes rivales, mantuvieron una reunión privada, y Ban Ki Moon les emplazó a proseguir con este diálogo en el futuro.

NKUNDA NO COLABORA

Pero Nkunda no parece querer colaborar con los dirigentes africanos, ya que advirtió de que la cumbre no acabará con su rebelión en el este de RDC a menos que los participantes puedan "convencer a Kabila de que vuelva y negocie" con los insurgentes.

"Es sólo una cumbre regional. No tiene ningún impacto en nuestras demandas", explicó Nkunda a la agencia Reuters por teléfono. Asimismo, el general renegado describió su lucha contra el Gobierno de RDC como un problema interno que no concierne a otros países.

ADVERTENCIA DE BAN KI MOON

El secretario general de la ONU alertó en Nairobi de que la crisis de RDC puede devastar la zona de África donde se ubica este país y les instó a usar su influencia para hacer que Nkunda ponga fin a sus ofensivas y para eliminar cualquier tipo de apoyo que le permita continuar su lucha.

"Esta crisis podría devastar la subregión más amplia", señaló Ban. "Sólo se pueden encontrar soluciones duraderas en esta región a nivel político. No puede darse una solución militar a esta crisis", agregó.

De momento, el presidente de la UA y jefe de Estado de Tanzania, Jakaya Kikwete, ha anunciado que el ex presidente nigeriano Olusegun Obasanjo, el nuevo enviado especial de la ONU para el este de RDC, intentará hablar con las partes en liza, incluido Nkunda, líder del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP).

Por su parte, diez ONG --entre ellas, Human Rights Watch (HRW), ENOUGH y Oxfam Internacional-- pidieron hoy que los líderes reunidos en la cumbre tomen medidas inmediatas para proteger a los civiles que se encuentran en grave peligro en el este de RDC. También solicitaron a la Unión Europea que envíe refuerzos inmediatos a la MONUC, cuyas fuerzas son, a su juicio, incapaces de detener los abusos contra los civiles.

DESPLAZADOS Y NIÑOS SOLDADO

Al menos 250.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, unos 100 civiles han muerto y más de 100 han resultado heridos desde que se reanudaron los combates a finales de agosto. El número total de desplazados en Kivu Norte y Sur está ahora en 1,2 millones de personas, la mayoría sin acceso a ayuda humanitaria vital.

Además, las agencias de protección de la infancia informan de que la semana pasada las milicias Mai Mai reclutaron a 37 niños en la ciudad de Rutshuru, mientras que los menores reclutados a la fuerza desde agosto ascienden a 150.

El portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Goma (capital de Kivu Norte), Jaya Murthy, dijo en declaraciones a Europa Press que la situación de los niños es "muy desesperada", ya que son víctimas de la violencia, las enfermedades y el riesgo de ser reclutados.

ENFRENTAMIENTOS

Entretanto, el CNDP y el Ejército congoleño se enfrentaron con morteros y armas ligeras a pocos kilómetros de un campamento de desplazados en Kibati, al norte de Goma, según afirmaron fuentes militares congoleñas y de la MONUC a la agencia Reuters.

Por su parte, el jefe de las fuerzas congoleñas en Kivu Norte, general Vainqueur Mayala, informó de un "enfrentamiento" entre sus tropas y los rebeldes de Nkunda, el cual declaró la semana pasada un alto el fuego que parece no respetarse.

MATANZA EN KIWANJA

Además, la organización Human Rights Watch (HRW) aseguró que al menos 20 civiles han muerto y otros 33 han resultado heridos en Kiwanja --al norte de Goma-- durante y después de los combates entre el CNDP y una coalición del Ejército congoleño y las milicias progubernamentales Mai Mai para hacerse con el control de la ciudad.

Ayer, los rebeldes de Nkunda volvieron a tomar las aldeas de Nyanzale, Kikuku y Kiwanja antes de abandonarlas, declaró el portavoz militar de la MONUC, Jean Paul Dietrich. "El Ejército abandonó sus posiciones con el avance de los rebeldes, que se retiraron a las colinas cercanas poco después de atacar estas aldeas", añadió.

Dietrich señaló que se ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias de estas muertes. "Ayer llegaron coches blindados para evitar que continuaran los ataques esta mañana, y un equipo se trasladó hasta el lugar para verificar las acusaciones", dijo el portavoz de la MONUC.

La portavoz de la MONUC en Goma, Sylvie van den Wildenberg, dijo que a esta fuerza le preocupan mucho las posibles atrocidades de Kiwanja. Las fuerzas de Nkunda y el Ejército congoleño, respaldado por las milicias Mai Mai, asesinaron deliberadamente a los civiles en Kiwanja (...) los días 4 y 5 de noviembre", manifestó Van Den Wildenberg. Los 'cascos azules' "fueron, aparentemente, incapaces de proteger a los civiles del ataque", explicó la portavoz.

EL CNDP ASEGURA QUE NO SON CIVILES

Por su parte, el CNDP alega que los muertos no son civiles. "Tomamos la precaución de reunir a la población en un estadio y aquellos que se quedaron eran o soldados o combatientes vestidos de civiles, que lucharon contra nuestros hombres", afirmó el portavoz del CNDP, Bertrand Bismwa.

De acuerdo con HRW, después de recuperar el control de Kiwanja el pasado miércoles, los insurgentes de Nkunda ordenaron a la población, unos 30.000 habitantes, que abandonara la ciudad, pero luego buscaron y mataron sistemáticamente a los civiles, especialmente a los hombres, a quienes acusan de apoyar a sus enemigos. El Gobierno ha condenado el "comportamiento criminal" del CNDP y asegurado que las muertes de civiles "no deben quedar impunes".