¿Hasta dónde hemos llegado en la lucha contra el sida?

Lazos rojos con motivo del Día Mundial del Sida
REUTERS / CHINA STRINGER NETWORK
Actualizado: sábado, 1 diciembre 2018 8:22

GINEBRA, 1 Dic. (Por Young Soo Shin, director de la OMS para el Pacífico Occidental) -

Hace treinta años, ser seropositivo era casi una sentencia de muerte. No había tratamientos efectivos. El AZT, también conocido como Zidovudina --uno de los primeros medicamentos contra el VIH--, fue aprobado en Estados Unidos en 1987, pero pasaron muchos años antes de que la terapia salvavidas de tres pastillas fuese descubierta en 1996 y que el acceso se generalizase.

Este 1 de diciembre es el trigésimo aniversario del Día Mundial del Sida y es una buena oportunidad para reflexionar sobre cuánto hemos cambiado.

Hoy en día, las personas con VIH viven vidas mucho más largas y saludables. De hecho, la esperanza de vida en los países de rentas altas está muy cerca de la de las personas que no tienen VIH. El diagnóstico temprano y el tratamiento con una sola pastilla pueden suprimir el virus y permitir que la función inmune del cuerpo se recupere.

Las pruebas rápidas de VIH, que pueden realizar trabajadores locales o incluso las personas en sus casas, facilitan los diagnósticos y el acceso al tratamiento necesario. Tenemos profilaxis previa a la exposición, gracias a la cual las personas en riesgo se protegen de la infección tomando medicamentos.

Y hay más mejoras a la vista. Por ejemplo, esperamos tener pronto medicinas inyectables de larga duración para que, en lugar de las medicinas diarias, las personas con VIH necesiten solo una dosis cada dos o tres meses.

Hace treinta años, estos avances eran casi inimaginables.

LOS DESAFÍOS CAMBIAN

Pero los restos persisten. En todo el mundo, 1,8 millones contraen al año el virus. En algunos países, las nuevas infecciones están aumentando entre las poblaciones clave, como hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, trabajadoras sexuales y personas que se inyectan drogas.

No tenemos una vacuna y todavía no hay ninguna cura. Lamentablemente, si las personas con VIH dejan de tomar el tratamiento, el virus puede reactivarse de nuevo en sus cuerpos.

Demasiadas personas no reciben aún el tratamiento que puede salvarles la vida. Hay que reforzar los sistemas sanitarios para que todo el mundo pueda acceder a la atención, en línea con el objetivo global de cobertura sanitaria universal que todos los países que se han comprometido a lograr. Los gobiernos deben mantener su compromiso y sostener la financiación. Debemos seguir luchando contra el estigma y la discriminación de personas que tienen VIH.

Podremos sentirnos orgullosos de lo que hemos logrado. Sin el increíble esfuerzo y la pasión de las personas con VIH, gobiernos, sociedad civil, científicos, trabajadores médicos, organizaciones internacionales y muchos más, no habrían sido posibles los avances.

Si miramos al futuro, debemos reafirmar nuestro compromiso para garantizar el acceso universal a servicios relacionados el VIH, entre ellos la prevención, las pruebas y el tratamiento, la salud sexual y reproductiva y la reducción de daños.

Dentro de treinta años, el Día Mundial del Sida debería ser un día para conmemorar un logro históric: el fin del sida.

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