MOSCÚ, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
Al menos dos personas murieron y 13 personas resultaron heridas como consecuencia de la violencia registrada durante todo el lunes en la aldea de Mayovka, a las afueras de Bishkek, según un nuevo balance difundido por el portal de noticias kirguís '24.kg'.
Los nuevos incidentes violentos no guardarían relación directa con la revuelta registrada el pasado 7 de abril que concluyó con la caída del Gobierno y derivó en la huída del presidente Kurmanbek Bakiyev.
En esta ocasión, unas 2.000 personas armadas con palos prendieron fuego a numerosos coches y arrojaron piedras contra viviendas de los suburbios al norte de la capital de Kirguistán. Trataron de hacerse con el control de unas 700 hectáreas de tierras que definieron como propias, pero fueron frenados por los propios residentes.
Posteriormente, los asaltantes trataron de desplazarse a Bishkek, si bien la Policía les impidió el avance. Después de negociaciones con la administración municipal, acordaron desistir de sus intenciones, según informaciones de la agencia rusa RIA Novosti.
La jefa del Gobierno interino, Rosa Otunbayeva, dio la situación por controlada y explicó que las fuerzas de seguridad habían detenido a unos 40 manifestantes.
ESTABILIZAR EL PAÍS
El viceprimer ministro del Gobierno provisional, Almazbek Atambayev, afirmó este lunes que las fuerzas de seguridad no usarían armas contra los civiles de la ex república soviética, pero amenazaron con usar "napalm contra los delincuentes". En este sentido, defendió que el Ejecutivo trabaja para estabilizar la situación de todo el país y evitar víctimas entre la población civil.
Además de los enfrentamientos en la aldea de Mayovka, este lunes se registraron incidentes violentos en Jalalabad, en el sur de Kirguistán y donde el apoyo al ex presidente Kurmanbek Bakiyev es más fuerte.
Atambayev culpó a los simpatizantes de Bakiyev de estos hechos, en los que decenas de personas lanzaron cócteles molotov y la Policía se vio obligada a disparar al aire como medida de advertencia. El viceprimer ministro interino denunció que los "criminales" que no pudieron abandonar Kirguistán junto a Bakiyev aún permanecen en Jalalabad.
