MANILA, 17 Sep. (DPA/EP) -
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha ofrecido este martes una recompensa de un millón de pesos (unos 17.000 euros) por capturar "vivos o muertos" a los presos que fueron liberados conforme a una controvertida ley.
La ley, concede beneficios penitenciarios por buena conducta, entró en vigor en 2014 pero la polémica surgió el mes pasado cuando la prensa informó sobre la excarcelación inminente de un ex alcalde condenado por violar y matar a una estudiante universitaria y su novio en 1993 y de tres hombres condenados por violar y matar a dos hermanas en 1997, dos casos que conmocionaron al país.
El pasado 4 de septiembre, Duterte dio 15 días a los más de 1.900 presos excarcelados para que se entregaran, pero solo lo han hecho unos 600, de acuerdo con el Departamento de Justicia. "Hay una recompensa de un millón de pesos para todos aquellos que los capturen vivos o muertos, aunque quizá muertos sea una mejor opción (...) Os pagaré con una sonrisa", ha anunciado.
La Policía ha puesto en marcha un operativo para localizar a los reos liberados que aún no se han entregado. Las autoridades filipinas les han advertido de que, una vez superado el 19 de septiembre --la fecha límite fijada por Duterte--, serán tratados como fugitivos.
Duterte llegó a despedir al jefe del servicio penitenciario por desobedecer su orden de detener las excarcelaciones de los presos beneficiados por dicha ley.
