MANILA, 13 Abr. (Reuters/EP) -
El líder filipino, Rodrigo Duterte, ha pedido este viernes disculpas a su homóloga birmana, Aung San Suu Kyi, por decir que en su país se estaba llevando a cabo un genocidio, diciendo que su comentario fue una barbaridad satírica en occidente por no recibir musulmanes rohingya.
Los grupos defensores de Derechos Humanos y Naciones Unidas aseguran que alrededor de 700.000 rohingyas mayoritariamente musulmanes huyeron de Birmania hacia Bangladesh desde agosto, después de los ataques a las fuerzas de seguridad por parte de los milicianos rohingya que provocaron una ofensiva militar que la ONU denomina limpieza étnica.
Birmania, de mayoría budista, rechaza la acusación y señala que sus fuerzas de seguridad lanzaron una operación legítima de contrainsurgencia en respuesta a los ataques de los milicianos rohingya.
Duterte afirmó la semana pasada que Filipinas estaba dispuesta a proporcionar refugio a los rohinghya que huyen de los que denominó "genocidio", un comentario que un portavoz del Gobierno de Birmania aseguró que demostraba que no tenía restricciones ni sabía nada sobre su país.
Sin embargo, ahora Duterte lo ha aclarado y ha señalado que no interfería en lo que ha denominado la "guerra civil" de Birmania. "Me disculparé con usted, pero si ha notado que mi declaración fue casi una sátira", ha asegurado dirigiéndose a Suu Kyi.
Filipinas y Birmania son miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) que cuenta con diez miembros y tiene una política rígida sobre la no interferencia en los asuntos de otras partes.
