QUITO, 9 Mar. (EP/AP) -
El Gobierno ecuatoriano rechazó hoy el informe de Estados Unidos sobre la situación de los Derechos Humanos en el mundo, en el que apunta a violaciones de estos derechos por parte de Ecuador. Según afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Carrión, el país ha realizado "enormes" esfuerzos por mejorar el cumplimiento de los Derechos Humanos y consideró "paradójico" que Estados Unidos cuestione al país, cuando Washington fue blanco de críticas por el respeto de los mismos derechos.
El informe publicado ayer señaló que Ecuador es un país "bajo amplia observación", porque su avance en las reformas democráticas y respeto a los Derechos Humanos "no es lineal ni está garantizado". Además, indicó que el sistema judicial ecuatoriano es lento e inconsistente y la percepción de corrupción en el Gobierno "es grande".
Carrión expresó que desde el 20 de abril del año pasado, cuando el actual presidente Alfredo Palacio asumió el poder, el Gobierno "ha realizado ingentes esfuerzos por mejorar las deficiencias que en materia de Derechos Humanos existen en nuestro país". Aclaró que esas deficiencias "no son sistemáticas y de manera alguna provienen del ejercicio del poder por parte del Estado".
Carrión consideró "paradójico" que el Gobierno estadounidense, "que ha sido cuestionado en varios ámbitos y no sólo por países latinoamericanos sino por la Unión Europea respecto al tema de Guantánamo, esté cuestionando prácticas y carencias de nuestro país que ha hecho enormes esfuerzos por mejorar el respeto de los Derechos Humanos".
Señaló como importante que el informe reconoce que en el país no se registran casos de muertes, desapariciones o detenciones por motivos políticos, además de que existe respeto a los derechos civiles y políticos, así como libertad de culto y de asociación.
Al mismo tiempo, destacó el apoyo del país al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, ya que Ecuador ha brindado asistencia y asilo a ciudadanos colombianos desplazados por la violencia producida por enfrentamientos entre las fuerzas militares y grupos irregulares en la nación vecina.
