NUEVA YORK, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La entidad estadounidense American Express advirtió hoy que sufrirá cargas de 440 millones de dólares (297 millones de euros) antes de impuestos, o cerca de 275 millones de dólares (185 millones de euros) después de impuestos, debido a la debilidad de la economía estadounidense.
American Express informa de que el gasto de los titulares de tarjetas de crédito se ha ralentizado en diciembre, mientras que aumentaron los impagos y la tendencia a que crezcan las provisiones por préstamos.
Los costes anunciados aumentarán las reservas destinadas a los préstamos en un 100% para préstamos atrasados e incrementará las relacionadas con las cargas de la cartera de tarjetas. Por todo esto, la compañía señaló que esta adoptando una perspectiva "más cautelosa" para el ejercicio 2008.
American Express prevé registrar un crecimiento mundial del gasto de los titulares de tarjeta del cerca del 16% en el cuarto trimestre. Sin embargo, la tasa de crecimiento del gasto se debilitó hasta el 13% en diciembre, en particular en Estados Unidos.
La compañía espera también registrar un aumento de los impagos en su cartera estadounidense del 3,2% en el cuarto trimestre, tres décimas más que los registrados en el tercer trimestre (2,9%). Las provisiones en esta cartera se incrementaron cerca de un 4,3%, seis décimas más que en el trimestre precedente.
REBAJA DE PREVISIONES
A la luz de las cargas registradas, American Express espera que su beneficio por acción en el cuarto trimestre se sitúe en un rango entre 0,70 y 0,72 dólares, menos que el registrado en el mismo trimestre del ejercicio precedente, que llegó a los 0,73 dólares.
Para el ejercicio completo, la entidad prevé obtener un beneficio por acción situado entre los 3,38 y 3,40 dólares, un 16% más respecto al ejercicio precedente. Los resultados definitivos de la entidad serán publicados el próximo 28 de enero.
American Express prevé que su negocio se ralentice durante 2008 basándose en las tendencias registradas en diciembre y registrar un descenso de sus niveles de crecimiento respecto a los generados en los últimos años.
"Nuestra estrategia para el presente ejercicio asume un moderado debilitamiento de la economía estadounidense con unos niveles de empleo, de gasto del consumidor y de tipos de interés que no mostrarán un deterioro significativo con respecto a los actuales", señaló el presidente de la compañía, Kenneth I. Chenault.
Chenault asumió que, además, los índices de provisiones estarán por encima de los mínimos históricos de los últimos años "pero todavía por debajo de los experimentados en 2001 y 1991, los últimos ejercicios en los que Estados Unidos sufrió una crisis", aseveró.
