WASHINGTON, 15 May. (EP/AP) -
El asesor presidencial estadounidense, Karl Rove, atribuyó hoy la caída de la popularidad del presidente George W. Bush a la guerra en Irak.
"A la población le gusta este presidente", consideró Rove, nombrado recientemente, precisando que "sólo está amargada por la guerra". Rove consideró que los índices de simpatía de Bush son mucho más altos que los de aprobación de su gestión.
"Existe un descontento" por la guerra, manifestó el consejero en el American Enterprise Institute. "Creo que la guerra lo empaña todo. No cabe duda", declaró durante una sesión de preguntas y respuestas tras su discurso en el instituto de investigaciones económicas conservador.
Rove, que es el vicejefe de gabinete de la Casa Blanca y el consejero político más importante de Bush, evitó responder una pregunta sobre su papel en una investigación sobre una filtración de información de la CIA y dijo que sólo su abogado podía hablar de ese tema.
Sobre la economía, Rove responsabilizó a las políticas fiscales del presidente, especialmente a una serie de recortes impositivos, por la recuperación que se ha registrado desde finales del 2001. "La realidad es que los recortes de impuestos han ayudado a convertir a la economía estadounidense en la más fuerte del mundo", señaló.
Por otra parte, indicó que en el discurso de esta noche a la nación, Bush propondrá una "solución amplia" para la inmigración, que incluye una mayor control fronterizo. Cuando le preguntaron sobre las críticas de algunos conservadores a su propuesta de programa de trabajadores invitados, Rove dijo: "se trata de formular la política correcta, y las encuestas se resolverán solas".
"Hemos visto esto cuatro o cinco veces antes en la política estadounidense, y siempre parece solucionarse políticamente. Tengo confianza de que esta vez será así también", agregó. "Van a escuchar al presidente esta noche hablando sobre medidas que vamos a tomar para incrementar la seguridad en la frontera de manera inmediata, y para atender la otra parte de esto, que es que no podremos custodiar las fronteras a menos que tengamos un programa de trabajadores temporales", dijo.
