EEUU busca solución al problema nuclear de Corea del Norte antes de que Bush abandone el cargo

Actualizado: lunes, 25 febrero 2008 1:01


WASHINGTON, 25 Feb. (Reuters/EP) -

La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, tiene previsto visitar la semana próxima Corea del Sur, China y Japón dentro de una gira relámpago que tiene como objetivo intentar persuadir a Corea del Norte para que el régimen comunista divulgue la totalidad de sus programas nucleares antes de que termine el mandato del presidente estadounidense, George W. Bush.

A Bush le queda menos de un año para abandonar el cargo, justo el tiempo que le queda para conseguir que Corea del Norte ponga punto y final a sus proyectos nucleares a cambio de los beneficios diplomáticos y económicos que les ha prometido la comunidad internacional bajo el acuerdo firmado en 2005.

En lo que es su primera visita al noreste asiático en más de un año, Rice asistirá a la ceremonia de investidura del presidente surcoreano Lee Myung Bak, que tendrá lugar en Seúl mañana lunes. Desde ahí, iniciará sendas rondas de consultas en Beijing y Tokio. En la agenda de la secretaria no figura escala alguna en Pyongyang, como era de esperar, pero tampoco se prevé una reunión con los responsables norcoreanos que trabajan en la capital de China.

Sin embargo, encabezando su agenda se encuentra el acuerdo multilateral bajo el que Corea del Norte comenzó a desmantelar su principal instalación nuclear en Yongbyon y que ha llegado a un momentáneo punto muerto, ya que el régimen comunista se ha negado a divulgar la totalidad de sus proyectos nucleares, a la espera de que la comunidad internacional distribuya la ayuda económica y alimentaria prometida bajo las condiciones del pacto firmado por las dos Coreas, China, Japón, Rusia y Estados Unidos.

Por parte de Estados Unidos, se considera imprescindible que Corea del Norte declare todos sus procedimientos para que Washington cancele el embargo financiero impuesto sobre los bienes norcoreanos en el extranjero. Según fuentes estadounidenses, se pide en particular que Corea del Norte dé a conocer cualquier intercambio de tecnología nuclear con otros países, entre ellos Siria.

Esta petición está directamente relacionada con la sospecha de que varios oficiales norcoreanos podrían haber estado presentes en una supuesta base nuclear secreta siria, bombardeada el pasado mes de septiembre por la fuerza aérea israelí. A pesar de que el Gobierno de Damasco ha rechazado tajantemente la existencia de dicha base, la cuestión todavía no ha sido completamente esclarecida.

DOCUMENTO SECRETO

No obstante, desde Washington se baraja la posibilidad de que Corea del Norte les ponga al día sobre sus proyectos en forma de un "documento separado" que pueda ser mantenido en secreto. Según un funcionario anónimo estadounidense, EEUU es "flexible en este tema y estamos abiertos a cualquier idea sobre cómo solucionar esta cuestión".

El responsable añadió que tanto China y Corea del Sur han presentado ideas a este respecto, pero indicó que Estados Unidos todavía no ha comenzado a estudiar la mejor forma de convencer a los norcoreanos para que hagan públicos sus proyectos. La única propuesta firme procedente de Washington es la promesa de quitar a Corea del Norte de la lista de estados patrocinadores del terrorismo y del Acta de Cooperación Comercial con el Enemigo (TWEA, por sus siglas en inglés).

Esta misma fuente descartó la posibilidad de una llamada "declaración secuencial" en la que Corea del Norte ofrezca primero algo de información a cambio de su retirada de ambas listas, para luego revelar el resto de los detalles sobre su programa de enriquecimiento de uranio. La negativa se debe a que EEUU cree que estas condiciones son imposibles de aceptar sin que "este tema (la desnuclearización) quede completamente resuelto".

"DOLOROSAMENTE LENTO"

El ex consejero de la Casa Blanca y ahora miembro del panel de expertos del CSIS, Michael Green, consideró "improbable la posibilidad de que Corea del Norte declare sus actividades nucleares, incluso en un formato separado". En lugar de ello, lo más probable es que el régimen de Pyongyang se dedique a perder el tiempo, a la espera de negociar un acuerdo más favorable con el próximo presidente estadounidense.

Si Bush quiere solucionar esta cuestión antes de dejar el cargo, Green propuso una postura mucho más agresiva, dando a entender a Corea del Norte que deberá pagar un precio por no cumplir sus acuerdos. "Parece ser que la única forma de progresar es combinar esa mezcla de presión y amenazas", afirmó.

La investidura de Lee podría dar a Washington una oportunidad de endurecer su postura contra Corea del Norte por sus planes para relacionar la ayuda económica al régimen comunista.

Sin embargo, la fuente anónima estadounidense descartó la idea de que Estados Unidos pudiera adoptar una postura más dura, afirmando que sólo consideraría la posibilidad de emprender nuevas sanciones si el proceso de desnuclearización llegara a un punto sin retorno. "Seguimos creyendo que el sistema se está moviendo, dolorosamente pero se mueve, e intenta responder a estas incógnitas".

Con todo, esta fuente consideró "remarcable" que Corea del Norte haya comenzado el proceso de desmantelamiento de sus instalaciones y que haya permitido el acceso de los especialistas estadounidenses a la central de Yongbyon.

El funcionario concluyó que "no es fácil" emprender un proceso de estas características. "Hace falta paciencia y esfuerzo, por lo que creo que aquellos que piden que la agenda se cumpla conforme a los deseos estadounidenses están siendo, en realidad, bastante ingenuos cuando dicen conocer como entablar negociaciones con un lugar tan aislado como Corea del Norte", concluyó.