EEUU.- Bush contempló la posibilidad de usar al Ejército dentro de EEUU para arrestar a presuntos asociados de Al Qaeda

Actualizado: sábado, 25 julio 2009 11:52

NUEVA YORK, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los principales asesores del entonces presidente estadounidense George W. Bush, entre ellos el ex vicepresidente Dick Cheney, presentaron a su superior poco después del 11-s un plan que contemplaba la incursión de fuerzas militares en territorio estadounidense para detener a presuntos socios de la red terrorista Al Qaeda, en lo que podría ser entendido como una flagrante violación de la ley, según reveló hoy el diario 'The New York Times'.

Concretamente, el plan consistía en enviar al Ejército a detener a los llamados "seis de Lackawanna", un grupo de estadounidenses de origen yemení presuntamente asociados con la red terrorista internacional dirigida por Usama bin Laden.

El problema es que, según el acta de Posse Comitatus firmada en 1878, se prohíbe la intervención del Ejército en suelo estadounidense, salvo en casos expresamente dictaminados en la Constitución. La intervención militar en suelo nacional también está regulada indirectamente por la Cuarta Enmienda de la Constitución.

El plan de los asesores que presentaron la iniciativa era salvar dicho escollo presentando a los sospechosos como "combatientes enemigos", apelando a una interpretación bastante poco detallada de los poderes y competencias del Presidente de los Estados Unidos. En un memorándum con fecha del 23 de octubre de 2001, Cheney y el resto de firmantes indicaron que "el presidente goza de una amplia autoridad constitucional para desplegar al Ejército contra los terroristas que operan en el interior de Estados Unidos". La circular fue enviada al asesor de la Casa Blanca, Alberto Gonzales.

La consecuencia inmediata fue una reunión de alto nivel para discutir la iniciativa que, según el diario, contó con la franca oposición de la entonces asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, así como del director en esa época del FBI, Robert S. Mueller III y el director de la división criminal del Departamento de Justicia, Michael Chertoff.

"La verdad es que la situación fue un poco belicosa", declaró un antiguo alto oficial de la Casa Blanca, bajo condición de anonimato, al diario estadounidense. "Para un buen número de personas, cruzar esa línea que delimita la intervención militar dentro de Estados Unidos no merecía la pena el riesgo", añadió.

Bush terminó descartando la idea y dejó los arrestos en manos del FBI. Cinco de los sospechosos fueron detenidos en Lackawanna en 2002, y un sexto en Bahrein. Todos se declararon culpables de cargos relacionados con actividades terroristas, en lo que fue la primera desarticulación de una presunta célula de Al Qaeda en Estados Unidos tras los atentados contra las Torres Gemelas del World Trade Center, el pasado 11 de septiembre de 2001.