NUEVA YORK, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cuatro hombres acusados de colocar bombas a las puertas de sinagogas y de planear lanzar misiles contra aviones militares han sido encarcelados este lunes y podrían pasar la vida en prisión.
El tribunal de Manhattan que ha llevado el caso determinó el lunes que dos de ellos, Laguerre Payen y Onta Williams, no con culpables del delito de intentar asesinar a oficiales y funcionarios de Estados Unidos. Los otros dos acusados responden a los nombres de David Williams IV y James Cromitie.
La fiscalía expuso que este grupo, asentado en Newburgh (estado de Nueva York) cooperó con un informante del FBI que se hizo pasar por un terrorista, quien les suministró bombas inoperativas y tubos de misiles Stringer. Según esta versión también habrían pretendido disparar contra aviones militares de transporte en el Aeropuerto Internacional de Stewart, situado en Newburgh.
La detención se produjo el 20 de mayo de 2009 en el barrio neoyorquino del Bronx, justo después de que los individuos instalaran las bombas dentro de vehículos aparcados junto a dos sinagogas.
"El terrorismo interno es una grave amenaza, y las condenas de hoy reafirman nuestro compromiso a hacer todo lo que podamos para protegernos contra ello", declaró el fiscal Preet Bharara, citado por el 'New York Times'.
Los fiscales se han servido de las grabaciones hechas por el informante, Shahed Husain, quien en un primer momento se encontró con Cromitie. Éste hace comentarios anti-semitas y habla sobre cometer actos violentos, si bien expresa dudas sobre sus intenciones reales.
Los abogados defensores alegaron que dichas dudas de Cromitie y del resto de acusados demuestran que mantenían una postura reacia, al tiempo que aseguran que todo se debe a una encerrona del FBI. Los expertos aseguran que desde los atentados del 11-S un tribunal norteamericano nunca ha tomado en consideración este argumento.
