WASHINGTON, 19 May. (Reuters/EP) -
La Casa Blanca ha explicado este lunes que la acusación formal contra cinco militares chinos por espiar los secretos comerciales de empresas estadounidenses es un reflejo de la preocupación de Washington por el ciberespionaje de Pekín.
A pesar de ello, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha subrayado la voluntad de Estados Unidos de mantener una relación productiva con China, así como de trabajar conjuntamente para evitar nuevas brechas de ciberseguridad.
China ha exigido a Estados Unidos una "rectificación inmediata", después de que el Departamento de Justicia haya presentado cargos contra cinco militares chinos por supuesto espionaje comercial a seis empresas estadounidenses.
En respuesta, el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Qin Gang, ha considerado que la acusación contra los cinco militares chinos está "fabricada", por lo que ha exigido una "rectificación inmediata".
Además, ha advertido de que este proceso judicial "podría dañar la cooperación chino-estadounidenses y la confianza mutua". De momento, ya ha anunciado la suspensión del grupo de trabajo conjunto sobre Internet.
"La postura del Gobierno chino en el tema de la seguridad en Internet es consistente y clara", ha dicho Qin Gang, en un comunicado emitido este lunes. "China es un firme defensor de la seguridad en Internet y el Gobierno, los militares y el personal asociado nunca han estado implicados en el robo de secretos comerciales", ha sostenido.
LA ACUSACIÓN
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado este lunes cargos contra cinco miembros del Ejército de China por robar secretos comerciales a empresas estadounidenses. Se trata de la primera vez que Washington acusa formalmente de espionaje a funcionarios chinos.
Según funcionarios estadounidenses, los cargos se dirigen contra cinco trabajadores del Gobierno chino que "usaron instalaciones e Inteligencia militar para cometer ciberespionaje contra compañías estadounidenses".
El espionaje comercial estaba dirigido contra seis empresas estadounidenses de los sectores nuclear, metalúrgico y solar, entre ellas Westinghouse Electric, SolarWorld AG, U.S. Steel, Allegheny Technologies y Alcoa.
Washington ha acusado insistentemente a Pekín de espiar a sus empresas, pero hasta ahora no lo había llevado por la vía judicial. "Los chinos son los más activos y persistentes espías económicos del mundo", dijo la Oficina Nacional de Contrainteligencia de Estados Unidos en 2011.
El año pasado, un informe de la empresa de seguridad Mandiant acusaba al Ejército de China de espiar a Estados Unidos desde varias instalaciones en Shanghai, subrayando que la mayor parte de los ciberataques contra Washington procedían del país asiático.
