WASHINGTON, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos acordó hoy suprimir la mayor parte de los aranceles aplicados a las importaciones de acero para la producción de vehículos, satisfaciendo de esta forma la reivindicación de la industria automovilística del país.
Seis de los principales constructores de automóviles con instalaciones en Estados Unidos --General Motors, Ford, DaimlerChrysler, Toyota, Nissan y Honda-- se habían unido para pedir la supresión de estas tarifas, en vigor desde 1993.
La Administración estadounidense ha decidido revocar los aranceles sobre el acero procedente de 16 países, entre los que se incluye España, Canadá, Francia, Australia y Japón, con lo que el gravamen sólo se mantiene para el acero importado de Alemania y Corea del Sur.
Según los fabricantes que operan en Norteamérica, la industria automovilística ha tenido que hacer frente a un sobrecoste de 3.000 millones de dólares (2.272 millones de euros al cambio actual) desde 2004 como consecuencia de la aplicación de los aranceles.
Estas compañías mantienen que la consolidación en la industria siderúrgica ha permitido a los productores de acero estadounidenses mejorar su rentabilidad, mientras los aranceles sobre las importaciones mantienen en elevados niveles los precios de esta materia.
Sin embargo, la industria siderúrgica norteamericana quiere que se mantengan estas tarifas, y argumenta que su supresión puede conducir a una dependencia del acero importado, con la consiguiente amenaza para el empleo del sector.
Así, los fabricantes de acero sostienen que su margen de beneficios se limita al 5,2% en el acero destinado a la automoción, y temen que competidores de Japón y Corea del Sur puedan efectuar prácticas de 'dumping'.
