WASHINGTON, 22 Dic. (EP/AP) -
Un juez federal de Estados Unidos acusó hoy al Ejecutivo iraní de financiar en 1996 un ataque terrorista, perpetrado en Arabia Saudí, que costó la vida a 19 militares estadounidenses y le obliga a pagar una indemnización a las familias de las víctimas por valor de 254 millones de dólares (192,5 millones de euros). El pasado 25 de junio de 1996, un camión bomba explotó en una zona residencial militar estadounidense, conocida como las Torres Khobar, área empleada como dormitorio próximo a Dhahran. Un atentado que las autoridades estadounidense atribuyen al ala saudí de la milicia chií libanesa Hezbolá, quien, según Washington, recibe apoyo financiero de Irán y Siria.
"Los acusados también proporcionaron dinero, formación y documentos de identidad para viajar a miembros saudíes de Hezbolá con el objetivo de facilitar los ataques", escribió el juez, demás de subrayar su "ilegítima intención de inflingir el mayor daño emocional a las tropas americanas así como a sus familiares cercanos".
A pesar de que el juez Royce C. Lamberth dictó con anterioridad que un superviviente del atentado tenía derecho a exigir una indemnización de Irán, el dictamen de hoy supone la primera vez que Teherán es acusado formalmente por las muertes de los 19 americanos que perecieron en dicho ataque.
Asimismo, el dictamen permite a las familias de las víctimas del bombardeo a las Torres Khobar obtener una compensación, a partir de los activos y cuentas bancarias del régimen islámico iraní embargadas.
Por su parte, Irán, que nunca envió un abogado particular en representación del caso, ha rechazado cualquier vinculación con el atentado a las Torres Khobar y las acusaciones estadounidenses en su contra, que tacha de "infundadas".
Mientras, el antiguo director de la CIA, Louis Freeh que investigó los atentados, declaró que dos agencias de seguridad del Gobierno iraní y varios altos cargos del Ejecutivo iraní financiaron, formaron y dieron apoyo logístico a los terroristas que perpetraron el ataque.
En 2001, el FBI anunció que presentaría cargos contra 13 saudíes y un libanés como autores del ataque, aunque ninguno ha sido extraditado a Estados Unidos. La sentencia entonces ya implicaba duramente al régimen iraní como culpable del atentado.
