EEUU.- Kissinger y Albright piden a Bush un plan de estabilidad para Irak más amplio que no sólo contemple más tropas

Actualizado: jueves, 1 febrero 2007 0:27

NUEVA YORK, 31 Ene. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Carlos López) -

Los ex secretarios de Estado norteamericanos Henry Kissinger y Madeleine Albright trasladaron hoy al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, la necesidad de elaborar un plan estratégico para Irak más amplio que el actual y que no se limite únicamente al envío de más efectivos militares al país árabe.

En su declaración ante el Comité de Asuntos Exteriores del Senado, Kissinger sugirió una estrategia que permita la suficiente autonomía territorial de las distintas partes implicadas en el conflicto que divide a Irak y potenciar la viabilidad de un Ejército robusto que de consistencia nacional suficiente a todo el país.

En opinión de Kissinger no se trata de que la nueva estrategia deba ser el envío de más tropas a Irak, sino que el envío de los más de 20.000 efectivos militares deberían servir para llevar a cabo la ejecución de un nuevo plan, facilitando el cambio de estrategia en materia de despliegue militar que permita hacer evolucionar la situación.

Kissinger advirtió que el auténtico riesgo que se corre en este momento en el área es sobre todo permitir a Irán hacerse con el control de la región y subrayó que Estados Unidos debía poder estar en la posición de permitirse negociar en cualquier momento con cualquier Gobierno con el que pueda disentir, como en el caso de Siria o Irán.

Por su parte, la ex secretaria de Estado Albright se manifestó partidaria de apoyar el plan de Bush si éste contemplara la ejecución de una misión clara y ejecutable en la que los militares contaran con el entrenamiento y equipamiento militar necesario para garantizar su seguridad en las condiciones actuales.

Albright afirmó que lo que era necesario en este momento era una auténtica ofensiva diplomática para acabar con la sospecha de colonialismo que Oriente Próximo tiene hacia EEUU. Al igual que Kissinger, defendió la apertura de conversaciones con Siria e Irán para evitar que Irak sucumba y recomendó dar más autonomía a los kurdos, reconocer a la mayoría chií, defender a la minoría suní, y asegurar el justo reparto de los ingresos petrolíferos.