Dice que McCain aún no se ha pronunciado tan claramente a favor de una relación especial con la UE, pero ve también positiva su actitud
MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, ha destacado la apuesta que ha hecho el candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, por Europa, a la que el senador por Illinois quiere como "socio preferente" en caso de ganar las próximas elecciones presidenciales.
En una entrevista con Europa Press, López Garrido recordó la gira europea que hizo Obama en julio, en la que "dejó muy claro que Europa, en su opinión, es un socio preferente para Estados Unidos" y advirtió que el candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, no se ha manifestado "por el momento" de forma tan clara.
A juicio del secretario de Estado, parte del interés de la convención republicana que designará oficialmente candidato a McCain la próxima semana residirá en ver si lanza "unos mensajes en política exterior con esa pretensión de relaciones especiales con Europa como las que ha lanzado hasta ahora Obama".
No obstante, calificó de "muy positiva" la actitud tanto de Obama como de McCain respecto del "futuro" de las relaciones de EEUU con España y con el conjunto de la UE.
Con la elección de Joe Biden como candidato demócrata a la vicepresidencia, Obama, interpreta López Garrido, "ha buscado un complemento" para que al electorado no le quede "ninguna duda" de que él está preparado para ser "un líder mundial" que lleve a Estados Unidos a cambiar "el registro demasiado unilateral que ha tenido hasta este momento en política internacional".
La designación de Biden, según López Garrido, se inscribe en la lógica de "dar una imagen no solamente" de "un presidente que quiere resolver los problemas internos" del país, sino que además es "capaz" de ser un "interlocutor del máximo nivel con el exterior" y "no sólo con países tan importantes como China o India, sino también con Europa".
EEUU Y LA UE ASENTARÁN SU NUEVA AGENDA EN ESPAÑA EN 2010
La presidencia española de la UE en el primer semestre de 2010 será precisamente la encargada de organizar la cumbre entre los Veintisiete y Estados Unidos en la que se tendrán que "asentar firmemente las bases de la nueva agenda" política entre ambas partes, remarcó.
Habrá una cumbre anterior en Estados Unidos en 2009, pero se producirá "inmediatamente después" de las presidenciales de noviembre y "en medio de unas elecciones al Parlamento Europeo". Por tanto, la cumbre que albergará España marcará verdaderamente el "arranque" de esa nueva etapa política en las relaciones entre Europa y Estados Unidos, añadió.
López Garrido realizó este mes un viaje a EEUU en el que se reunió con responsables de los equipos de Obama y de McCain y en el que tuvo oportunidad de charlar personalmente con el candidato demócrata, convirtiéndose así en el primer cargo del Ejecutivo que cruza unas palabras con él.
En esa breve conversación, López Garrido aprovechó para invitar a Obama a que encabece la delegación estadounidense en la cumbre UE-EEUU que albergará España, en caso de que resulte elegido en las presidenciales de noviembre.
En 2010 se cumplirá además el 15 aniversario del comienzo de la agenda transatlántica como tal, iniciada bajo la presidencia española de la Unión en España en 1995, con el Gobierno de Felipe González.
"Han pasado muchas cosas desde entonces", reconoció López Garrido. Entre otras, se ha puesto de relieve que el unilateralismo en política internacional "no lleva a nada, más que a fracasos" y que, por tanto, "hay que renovar la agenda transatlántica conforme a parámetros multilaterales".
López Garrido defendió que Europa y Estados Unidos tengan una "alianza estratégica" porque son países que comparten "los mismos valores democráticos y de respeto de los derechos fundamentales".
Para el secretario de Estado, en la actualidad Europa y Estados Unidos "tienen que coincidir mucho más que en el pasado" para poder afrontar los desafíos de la actualidad como el "cambio climático", los "precios del petróleo", la "seguridad energética", los "conflictos internacionales" o "la lucha contra el terrorismo internacional". "O Europa y Estados Unidos van juntos o si no será mucho más difícil poder afrontarlos", insistió.
