LIVINGSTON (TEXAS, EEUU), 24 Ene. (EP/AP) -
El condenado a pena de muerte, Marion Dudley, será ejecutado mediante inyección letal mañana miércoles por la noche en el Estado de Texas por el asesinato en 1992 de cuatro personas relacionadas con el narcotráfico.
Dudley, de 33 años natural de Alabama, será el primer preso ejecutado este año en el Estado de Texas y el primero de los dos que morirán entre esta semana y la que viene en el Estado en la que mayor número de reclutas son sometidos a la pena máxima. Dudley reconoció su adicción a las drogas pero negó haber estado en el hogar de Houston en el que cuatro personas, incluidas una mujer embarazada fueron disparadas a muerte y otras dos resultaron heridas. En una reciente entrevista desde su celda, Dudley indicó que los supervivientes se habían equivocado al identificarlo como el francotirador.
Entre las víctimas se encontraron Jessica Quinones, de 19 años embarazada de siete meses, Jose Tovar, de 32, Audrey Brown, de 21, y Frank Farias, de 17. Rachel Tovar, de 33, y Nicholas Cortez, de 22, sobrevivieron.
En la última comparecencia, los abogados de Dudley pideron al Tribunal Supremo de Estados Unidos una revisión del caso, alegando que los fiscales omitieron algunos testimonios. Junto a Dudley, Arthur Brown, de 35 años, fue declarado culpable de asesinato y condenado a pena de muerte. Todavía permanece en el corredor.
Un tercer hombre, Tony Dunson, que tenía 19 años en el momento en el que los crímenes fueron llevados a cabo, fue condenado a cadena perpetua. La Policía indicó que los tres hombres se encontraban en casa de Tovar para comprar droga por lo que sabían que había sustancias y dinero.
