NUEVA YORK, 15 May. (del corresponsal de EUROPA PRESS Carlos López) -
El Gobierno estadounidense prevé el despliegue de una fuerza de alrededor de 10.000 miembros de la Guardia Nacional con el objetivo de controlar el paso de inmigrantes en la frontera con México y de esta forma recuperar el apoyo de la línea más dura del partido republicano, que reclama reforzar la vigilancia de los 3.000 kilómetros de frontera.
La idea de utilizar a la Guardia Nacional con este objetivo ya ha hecho saltar la luz de alarma al otro lado del Río Grande, donde el presidente mexicano, Vicente Fox, ha expresado ya a su homólogo estadounidense sus preocupaciones, según publica hoy el rotativo norteamericano 'The New York Times'.
Se trata de una medida que podría enturbiar las relaciones entre los dos países vecinos y que la Casa Blanca a través de una de sus portavoces quiso aclarar, subrayando que no se trata "de una militarización de la frontera, sino de apoyar los actuales efectivos fronterizos, de manera temporal", según María Tamburri.
El presidente estadounidense tiene previsto realizar este anuncio durante su intervención televisada de esta noche, una aparición pública emitida desde el Despacho Oval de la Casa Blanca que a partir de las ocho de la noche (hora del Este de Estados Unidos) y durante veinte minutos anticipará cambios en la política migratoria de la Administración Bush.
La baja popularidad del presidente Bush, según una encuesta de 'The Wall Street Journal' por debajo del 30%, y un incremento de las críticas a su política migratoria --más de 12 millones de inmigrantes ilegales-- explicaría en parte la urgencia de la convocatoria televisiva, sobre todo, en este periodo de cuenta atrás para las elecciones de noviembre.
