MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Embajada de EEUU en la capital de Azerbaiyán, Bakú, ha pedido moderación a los gobiernos y manifestantes de Armenia y Azerbaiyán ante las protestas en ambos países derivadas de los últimos combates de las últimas semanas en la frontera; una reactivación del conflicto histórico en la región.
Armenia confirmó este jueves la muerte de un militar que resultó herido la semana pasada en los enfrentamientos con el Ejército de Azerbaiyán en la frontera común.
El militar, identificado como Arthur Muradian, resultó gravemente herido el 14 de julio en un ataque contra un puesto del Ejército por parte de las fuerzas azeríes.
Las autoridades armenias han confirmado hasta la fecha un total de cinco militares muertos en los combates con Azerbaiyán, que ha informado por su parte de doce militares fallecidos, incluido un general, en estos enfrentamientos.
Estos incidentes siguieron con disturbios y protestas. Según el Ministerio de Exteriores de Azerbaiyán, los representantes de un partido armenio protagonizaron un ataque al consulado general azerí en la ciudad estadounidense de Los Ángeles. También se han registrado ataques contra la Embajada azerí en Bélgica.
"La Embajada de EEUU en Bakú y la Embajada de EEUU en (la capital de Armenia) Ereván condenan los actos de violencia que socavan los principios universales de reuniones y protestas pacíficas", de acuerdo con la nota de la Embajada.
"EEUU es fiel a la protección de misiones diplomáticas y coopera con los organismos de seguridad locales para apoyar estos esfuerzos", según el comunicado recogido por la agencia oficial de noticias Sputnik.
Armenia y Azerbaiyán viven enemistados desde el inicio del conflicto de Nagorno-Karabaj, en 1988, cuando este enclave, poblado en su mayoría por armenios y con apoyo del Gobierno de Armenia, decidió independizarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán. El Gobierno azerí perdió el control sobre Nagorno-Karabaj y siete distritos adyacentes tras una escalada de hostilidades en el período de 1992 a 1994.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno-Karabaj. El conflicto vivió una escalada de violencia en abril de 2016 y, si bien se logró pactar un nuevo alto el fuego, se siguen registrando enfrentamientos esporádicos en la zona fronteriza.
