WASHINGTON/OSLO, 8 Jul. (Reuters/EP) -
El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, ha animado este martes a los países de todo el mundo a que hagan más para evitar que sus ciudadanos viajen a luchar a Siria porque, según ha destacado, el mundo no puede permitir que este país se convierta en un campo de entrenamiento para extremistas que al regresar a sus casas puedan llevar a cabo atentados.
En un discurso pronunciado en Noruega, Holder ha invitado a los países de todo el globo a que aprendan de los esfuerzos que está llevando a cabo su país en relación a este tema.
En un encuentro con el embajador de Estados Unidos en Noruega, Holder ha pedido a las naciones europeas que compartan con su país la información que tengan sobre viajeros europeos que se han dirigido a Siria, ya que los ciudadanos de la Unión Europea no necesitan ningún visado para viajar a Estados Unidos.
"Tenemos un interés mutuo en el desarrollo de estrategias comunes para hacer frente a la afluencia de ciudadanos estadounidenses y europeos como extremistas violentos en Siria", ha asegurado el fiscal general estadounidense.
Los occidentales que viajan a Siria son adoctrinados por los terroristas del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) que ha tomado el control de la mayor parte del este de Siria y ha confirmado su avance en el norte de Irak.
Las Agencia de Inteligencia de Estados Unidos estima que alrededor de 7.000 de los 23.000 terroristas que operan en Siria son extranjeros, incluyendo algunos docentes estadounidenses, ha informado Holder.
Este martes Holder ha asegurado a los periodistas que los fiscales federales han abierto casi 100 investigaciones a ciudadanos estadounidenses que podrían estar intentando viajar a Siria o Irak a luchar.
Una mujer de Denver fue detenida la pasada semana acusada de intentar viajar a Siria para unirse a los extremistas y dos hombres de Texas fueron arrestados con cargos similares el pasado mes de junio.
Uno de los detenidos en Texas fue acusado de "intentar facilitar material a los terroristas", un tipo de acusación que Holder incita a que el resto de países la copien como un acción vital para las políticas antiterroristas.
