EEUU podría retirar su presencia militar "en cuestión de días" si la Junta impide el desembarco de la ayuda

Actualizado: domingo, 1 junio 2008 18:26


RANGÚN, 1 Jun. (Reuters/EP) -

El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, advirtió hoy de que podría ordenar la retirada del contingente naval y aéreo en Birmania "en cuestión de días" si no recibe el permiso para desembarcar el material humanitario que tiene almacenado para ayudar a las víctimas del ciclón 'Nargis', mientras la Junta Militar contestó a las críticas de la comunidad internacional sobre su lentitud a la hora de organizar las operaciones de rescate y protección, calificando su respuesta de "ajustada" e "inmediata".

Gates, que ayer llamó "ciegos y sordos" a los altos oficiales birmanos por seguir obstaculizando la llegada de bienes de primera necesidad, acusó hoy a los generales de la Junta de ser partícipes de una "negligencia criminal", mientras miembros de organizaciones humanitarias insistían en que el Gobierno sigue poniendo trabas a la llegada de ayuda, a pesar del asomo de aperturismo registrado tras el encuentro de la semana pasada con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon.

En relación a la presencia militar estadounidense, Gates indicó que, a pesar de que "de momento no se ha tomado ninguna decisión al respecto", sus barcos y helicópteros "llevan dando vueltas desde hace mucho tiempo", e indicó que la retirada de sus efectivos podría tener lugar "en cuestión de días".

Ahora, ONG presentes en la zona se quejan de que la Junta ha vuelto a aumentar el tiempo de espera necesario para entrar en el delta del río Irrawaddy, la región más afectada tras el paso del ciclón hace cuatro semanas. La ONU asegura que hasta el momento, menos de la mitad de los 2,4 millones de damnificados han recibido algún tipo de ayuda por parte del Gobierno o de organizaciones locales o internacionales.

"SIN CORTAPISAS"

Sin embargo, y en la misma conferencia en Singapur a la que asistía Gates, el viceministro de Defensa birmano, Aye Mint, insistió en que la Junta había aplicado una política "sin cortapisas" a favor de la intervención humanitaria internacional.

"A través de la ajustada e inmediata supervisión del cuerpo central encabezado por el primer ministro y miembros del Gabinete, se han abierto campos para los refugiados, se han despejado los escombros, y restaurado la energía eléctrica y el suministro de agua", declaró.

No obstante, residentes birmanos y los cooperantes humanitarios aseguraron ayer que en las inmediaciones de Kyauktan, 30 kilómetros al sur de la antigua capital, Rangún, un total de 39 campamentos estaban siendo desmantelados. Las personas expulsadas han recibido 20 tallos de bambú y algunas lonas para que puedan rehacer su vida en el delta del Irrawaddy, donde al menos 134.000 personas han muerto o desaparecido a causa del ciclón.

En respuesta, el diario portavoz del régimen, 'The New Light of Myanmar', indicaba en su editorial del domingo que "la gente puede pescar peces, simplemente recogiéndolos en los campos y en las acequias", y llegando a recomendar a los supervivientes que consuman "las abundantes ranas comestibles" que se hallan en las zonas afectadas.

Del mismo modo, el resto de la prensa nacional --unánimemente supeditada al régimen-- ha distribuido imágenes del líder de la Junta, el general Than Shwe, visitando las regiones más devastadas del delta, ofreciendo "confort" a los supervivientes y "orientando" a los ingenieros encargados de construir nuevas carreteras de acceso.