EEUU.- El primer libro escrito por un ex preso de Guantánamo revela años de detención injustificada, palizas y miedo

Actualizado: martes, 7 marzo 2006 21:53

LONDRES, 7 Mar. (EP/AP) -

El primer libro escrito por un ex preso de Guantánamo, Moazzam Begg, revela que sus tres años de detención estuvieron caracterizados por constantes palizas y el miedo.

En "Enemy Combatant: A British Muslim's Journey to Guantanamo and Back" (Combatiente enemigo: Viaje de un musulmán británico a Guantánamo y de regreso), Begg se presenta a sí mismo como un musulmán británico de Birmingham que asistió a una academia judía y entonó himnos cristianos en el instituto.

"Entendí que los estadounidenses quisieran interrogarme. Pero jamás comprendí que me retuvieran durante años", manifestó Begg, de 37 años, a The Associated Press.

Begg asegura que trabajaba en un proyecto de construcción de pozos y escuelas en Afganistán cuando se produjeron los atentados del 11 de septiembre de 2001. El proyecto estaba financiado en parte por la comunidad musulmana de Birmingham, según indicó.

Años atrás había viajado a Bosnia para apoyar a los musulmanes en la guerra. También visitó campamentos en Afganistán donde se entrenaba a personas, incluidas algunas relacionadas con el régimen talibán y con la red terrorista Al Qaeda, para combatir en Chechenia y Cachemira. Begg promete que jamás recibió entrenamiento o peleó en Afganistán.

Begg estuvo preso durante tres años sin cargos, dos de ellos en Guantánamo y el tercero en un centro de detención estadounidense en Afganistán. Fue liberado el año pasado.

Estados Unidos le acusó de pertenecer a la red de Al Qaeda y de haber colaborado en el 11-S. Begg admite haber apoyado a islamistas en Bosnia, Chechenia y Cachemira, pero niega haber colaborado con los ataques a las Torres Gemelas y el Pentágono. Revela que compró un arma en Afganistán, pero que jamás recibió entrenamiento militar ni pensó en combatir.

Durante su detención, dice que fue golpeado y recibió amenazas. También vio cómo los soldados estadounidenses maltrataban a otros presos. En el libro, que salió a la venta ayer, afirma: "Escuché unos forcejeos, y luego un ruido detrás de la celda número tres".

Agrega que, acto seguido, vio a dos guardias que "arrastraban a alguien desvanecido y lo llevaban a la enfermería. Vi que tenía moretones en la cara". Posteriormente, anotó, le dijeron que el individuo había muerto.

En otro episodio, señaló: "Me ataron las manos detrás de la espalda, y me amarraron de tal modo que mis manos quedaban detrás de mis piernas, las cuales también estaban amarradas. Recibí patadas en la cabeza y la espalda. No sabía si era de día o de noche". Asimismo, reveló que también vio carteles con leyendas ofensivas hacia el Islam.

Un portavoz del Pentágono, Bryan Whitman, sostuvo en una declaración que el libro "no ofrece evidencia verosímil de que Begg sufriera abusos a manos de las fuerzas estadounidenses". En su opinión, Begg "está mintiendo" y "no hay dudas de que es un simpatizante, un reclutador, un financiador y un combatiente".