NUEVA YORK, 7 Nov. (del corresponsal de EUROPA PRESS Carlos López) -
Si bien considerada de menor relevancia a nivel internacional, la elección hoy en 36 estados de sus correspondientes gobernadores puede influir de forma sustancial en los resultados de las elecciones presidenciales del año 2008, si se tiene en cuenta la relevancia del cargo a nivel estatal y el prestigio que concede dicho cargo a un potencial candidato a la Presidencia.
Ha sido el caso del actual presidente norteamericano, George W. Bush, que gobernó Texas desde 1995 hasta que fuera elegido jefe del Estado en 2000, y del ex presidente demócrata Bill Clinton, gobernador de Arkansas antes de ser elegido presidente en 1992, tras haber servido en el cargo estatal por doce años.
Los republicanos guardan una ventaja de 28 gobernadores frente a los 22 gobernadores de los demócratas en la actual legislatura, pero en la presente elección 22 estados con gobernadores republicanos elegirán gobernador y sólo 14 estados con gobernador demócrata lo harán con muchas posibilidades de cambio de color ante la retirada de muchos gobernadores o el vencimiento del mandato.
Entre algunos de los que se retiran se encuentran el senador demócrata por Iowa, Tom Vilsack, y los republicanos por Massachusetts, Mitt Romney, y por Arkansas, Mike Huckabee, cuya retirada podría ser el preámbulo de una candidatura por la presidencia de Estados Unidos de cara a las elecciones de 2008.
En California, el actual gobernador del estado, el actor republicano Arnold Schwarzenegger, se presenta a la reelección y cuenta --a pesar de las críticas a su mandato-- con todas las encuestas a su favor. En el caso de Nueva York, un estado demócrata pero con tradición de gobernadores republicanos podría cambiar de color en esta ocasión a favor de Eliot Spitzer si se confirman las previsiones.
Se trata de un caso similar al de Ohio, un estado relevante en las elecciones de 2004, jugando un papel destacado en la reelección de Bush. En el estado de Florida, el hermano del presidente y gobernador de la península se retira del cargo al cumplirse todos los mandatos, no peligrando, no obstante, el republicanismo al frente del Gobierno del estado de Florida.
