EEUU traslada a más de 42.000 solicitantes de asilo a distintas ciudades fronterizas

Migrantes frente a la Policía
Migrantes frente a la Policía - Jacky Muniello/dpa
Publicado: domingo, 15 septiembre 2019 4:36

MATAMOROS (MÉXICO), 15 Sep. (Reuters/EP) -

Los últimos cambios en la política migratoria de Estados Unidos han provocado que más de 42.000 personas --en su mayoría de Centroamérica-- tengan que vivir en ciudades fronterizas como la de Matamoros.

Es el caso de una joven pareja hondureña que tuvo que viajar miles de kilómetros desde la ciudad portuaria de La Ceiba y superar numerosos obstáculos, para llegar a la frontera de Texas para solicitar asilo.

Sin embargo, esta pareja forma parte de los 42.000 solicitantes de asilo que han sido enviados--desde enero-- a distintas ciudades fronterizas a esperar audiencias en Estados Unidos como parte de un programa estadounidense conocido como Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés).

Estos dos jóvenes temen que un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos -- que permitiría que cualquiera que pase por un país, incluido México, solicite asilo allí en lugar de en la nación norteamericana-- desbarate sus planes y los de otros miles de migrantes centroamericanos que escapan de la violencia y pobreza.

Así que Dexy Maldonado, de 20 años, y Marvin Madrid, de 28, han decidido casarse al lado del río Bravo, en una improvisada ceremonia religiosa, y sin registrar la boda ante un Gobierno.

"El pastor nos dijo que no era 'legal, legal', pero que casarnos sería para servirle a Dios estar juntos", ha subrayado Maldonado, quien ha explicado que en julio los agentes de migración de Estados Unidos la separaron de su pareja antes de mandarles a México.

En julio, la Administración Trump extendió el MPP a Matamoros, una de las dos ciudades receptoras en Tamaulipas, un estado oriental tan sometido por los carteles de la droga que el Departamento de Estado lo clasifica como una zona de peligro "nivel 4" a la par de Afganistán o Somalia. "Es un desastre", ha lamentado Jennifer Harbury, una abogada de inmigración en Texas. "Nadie sabe qué va a pasar con el MPP".

El fallo de del Tribunal Supremo ha provocado que los solicitantes de asilo estén aún más preocupados, ya que se ven atrapados entre dos mundos en una ciudad en donde la tasa de desempleo es bastante alta y en donde la presencia de pandillas criminales amenaza su seguridad.

Por otro lado, está la prisa por contraer matrimonio. Maldonado y Madrid ha sido la primera de las siete parejas solicitantes de asilo que se han casado en este campamento. El reverendo Isaac Collins, de Charlottesville, Virginia, ofició la breve pero emotiva ceremonia.

La pareja de recién casados abandonó Honduras después de que ambos perdieran su trabajo. Ambos han explicado que partieron desde su ciudad con un pequeño grupo dirigido por un autoproclamado "guía", quien no pidió dinero para llevarlos a través de México.

Sin embargo, a medida que se acercaban a Reynosa, una ciudad situada al oeste de Matamoros, un hombre aparentemente conocido por el guía los sacó de un autobús y los llevó a un sitio donde decenas de personas estaban "detenidas por la fuerza", ha precisado la pareja.

Aún así consiguieron escapar, cruzar el Río Bravo y rendirse ante las autoridades estadounidenses. Un documento del Departamento de Seguridad Nacional al que ha tenido acceso la agencia de noticias Reuters muestra que Maldonado era "candidata a ser trasladada" y está llamada a comparecer el 30 septiembre.

"Nos dijeron que las reglas habían cambiado tres días antes, por eso nos enviaron de regreso aquí", ha añadido Maldonado. Incluso antes de que el MPP se expandiera a Tamaulipas, la organización en defensa de los Derechos Humanos Human Rights documentó más de cien casos de violación, secuestro y explotación sexual contra solicitantes de asilo que regresaron a México bajo el programa.

El pasado mes de octubre, miles de centroamericanos comenzaron a marchar en caravana hacia Estados Unidos atravesando México para escapar de la violencia y la pobreza en el llamado Triángulo Norte, formado por El Salvador, Guatemala y Honduras. Desde entonces, el flujo migratorio se ha reducido pero no ha parado.

La Administración de Donald Trump amenazó al país vecino con un arancel si no frenaba la inmigración ilegal, lo que dio lugar a un acuerdo por el México ha desplegado a la Guardia Nacional en la frontera con Guatemala y ha accedido a acoger a los migrantes centroamericanos hasta que se resuelvan sus procesos de asilo en Estados Unidos

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