PARÍS, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una mayoría de ciudadanos franceses encaran con optimismo el recién iniciado 2018, en un nivel inédito desde hace ocho años y que los expertos atribuyen en parte a la llegada del centrista Emmanuel Macron al Elíseo, que se impuso en abril y mayo a los partidos más tradicionales.
Un sondeo de la firma Harris elaborado a partir de casi 2.500 entrevistas refleja que, para el 51 por ciento de los franceses, 2017 fue un buen año, ocho puntos más que en un estudio similar realizado hace doce meses.
El balance varía en función de las simpatías políticas, ya que mientras que un 73 por ciento de los seguidores de La República en Marcha catalogan de positivo 2017, sólo un 37 por ciento de los simpatizantes del Frente Nacional opinan lo mismo.
En cuanto a 2018, un 59 por ciento de las personas encuestadas espera que sea un buen año, el nivel más alto desde 2010 y 15 puntos más que en 2012. "Probablemente, hay un poco del efecto Macron", ha reconocido a Reuters el responsable de estudios políticos de Harris, Jean-Daniel Levy, que percibe una Francia "menos depresiva" también en parte gracias a la mejora del contexto económico.
Sin embargo, también en este apartado los porcentajes varían en función de la ideología política, ya que sólo un 42 por ciento de los simpatizantes del Frente Nacional encaran con optimismo este año y, en cambio, un 83 por ciento de los seguidores del partido de Macron esperan cosas buenas de 2018.
El terrorismo, el paro y el sistema de seguridad social figuran como prioridades de los franceses de cara a los próximos 12 meses, según el sondeo publicado este martes.
