MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Afganistán ha anunciado este viernes la toma del control del distrito de Tala Barfak, ubicado en la provincia de Baghlán (norte) y en manos de los talibán desde el 8 de mayo.
El Ministerio de Defensa ha asegurado en un comunicado que las fuerzas de seguridad han expulsado a los insurgentes de la ciudad y han desarticulado los artefactos explosivos colocados por los talibán en la localidad.
Sin embargo, no ha facilitado un balance de víctimas de las operaciones, mientras que los talibán no se han pronunciado sobre la pérdida del control de Tala Barfak, según ha recogido la agencia afgana de noticias Jaama Press.
Por otra parte, las autoridades afganas han confirmado la muerte de al menos trece miembros de las fuerzas de seguridad en ataques de los insurgentes en el distrito de Ajrestán, en la provincia de Ghazni (sur).
El jefe del distrito, Hamdulá, ha indicado en declaraciones a la agencia afgana de noticias Pajhwok que los talibán atacaron varios puestos de control en la noche del jueves, desencadenando los enfrentamientos.
"Los combates siguen en marcha, la comunicación con los puestos de control ha quedado cortada y los refuerzos no han llegado a Ajrestán", ha subrayado, antes de advertir de que el distrito podría caer en manos de los insurgentes.
En este caso, el portavoz de los talibán Qari Yusuf Ahmadi ha recalcado que el grupo se ha hecho con el control de todos los puestos de control del distrito y ha añadido que sólo el centro de la localidad está fuera del control de los insurgentes.
Los insurgentes anunciaron a finales de abril el inicio de su 'ofensiva de primavera' para atacar a las fuerzas militares extranjeras y a las fuerzas de seguridad afganas, además de al Gobierno.
En el marco de la nueva ofensiva, los talibán pidieron a sus milicianos que garanticen que los civiles y sus propiedades no sufren ningún daño en sus operaciones. En esta misma línea, solicitaron a los afganos que se mantengan alejados de las bases y acuartelamientos de las fuerzas de seguridad afganas y de las fuerzas militares foráneas, así como de sus convoyes.
El anuncio de la ofensiva de primavera de los talibán llegó en un momento en el que se están aumentando los esfuerzos desde el Gobierno para tratar de poner fin a la violencia mediante un proceso de reconciliación. Los talibán se han negado hasta el momento a participar en cualquier negociación para cerrar un proceso de paz.
