El Ejército guineano defiende localizaciones estratégicas tras la muerte del presidente del país

Actualizado: martes, 23 diciembre 2008 10:18


CONAKRY, 23 Dic. (Reuters/EP) -

El presidente de Guinea, Lansana Conté, ha fallecido tras una larga enfermedad, según informó hoy el Gobierno, dejando un potencial vacío de poder en el país que dirigió durante un cuarto de siglo. Mientras los líderes del Gobierno anunciaron la muerte de Conté en la televisión estatal esta mañana, el jefe de las Fuerzas Armadas, Diarra Camara, dio orden a las tropas de defender posiciones estratégicas y las fronteras de la ex colonia francesa.

El empobrecido país que rigió este general diabético y fumador empedernido ha experimentado en los últimos años movilizaciones contra el Gobierno, huelgas y una serie de sangrientos motines militares.

El presidente de la Asamblea Nacional, Aboubacar Sompare, dijo en una declaración televisada en compañía del primer ministro, Ahmed Tidiane Souare, y de otras autoridades, que Conté murió el lunes por la noche, se cree que a la edad de 74 años.

Sompare pidió al Tribunal Supremo del país que le designe presidente en línea con la Constitución. Posteriormente, él organizaría una elecciones para elegir a un nuevo presidente.

"Tengo la dura y difícil tarea de informarles con enorme tristeza de la muerte del general Lansana Conté, presidente de la República de Guinea", declaró, acompañado de música guineana, y anunció 40 días de luto nacional.

Asimismo, dirigió elogios al presidente, a quien le gustaba cultivar arroz en su residencia en solidaridad con los agricultores guineanos y que en ocasiones recibía visitas mientras daba caladas a un puro, describiéndole como un "fuerte campesino y un valiente soldado".

Aunque durante días habían circulado rumores en la ruinosa capital costera de Conakry sobre que Conté estaba gravemente enfermo, el Gobierno escogió las primeras horas de la mañana de hoy para anunciar su muerte. Las calles de la ciudad se encontraban en calma.

PAPEL CRUCIAL DEL EJÉRCITO

Conté, de quien se dice que nació alrededor de 1934, gobernó Guinea desde 1984, cuando se hizo con el poder después de que el primer presidente del país, Sekou Toure, muriera en un hospital en Estados Unidos.

Nunca preparó el camino para una sucesión clara. "Llegué como un soldado, y terminaré como un soldado (...) Dios da y quita la vida --fin de la historia--", dijo Conté una vez.

Los analistas creen que la forma en la que el Ejército --un pilar clave del apoyo al mandato de Conté-- reaccione a la noticia de su muerte será crucial en la futura estabilidad del país. "Los militares obedecían a Conté (...) y ahora él no está", comentó un veterano periodista a Reuters en condición de anonimato.

Conté, quien vivió recluido en los últimos años de su mandato, sufrió problemas de salud durante años, incluso alguna vez se desmalló en público. Solía viajar a Marruecos, Cuba y Suiza para recibir tratamiento médico.

El líder opositor, Jean Marie Dore, de la Unión para el Progreso de Guinea, un crítico feroz de Conté, se manifestó entristecido por la muerte del presidente, a quien se refirió como "un compatriota". "Lo más importante es lo que está por venir: Es esencial que las instituciones funcionen correctamente y que las provisiones de las Constitución sean respetadas", dijo Dore.