PROVINCIA DE HOMS (SIRIA), 29 Ene. (Reuters/EP) -
Las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, han rodeado a los rebeldes cerca del castillo Crac de los Caballeros, en el este del país, un monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, según han informado este miércoles residentes de la zona.
El castillo ya sufrió impactos de mortero el año pasado, cuando los rebeldes de la ciudad de Al Hosn, situada a los pies de la colina donde está situado el castillo, se escondieron entre sus muros, construidos hace cientos de años.
Durante los casi tres años de guerra civil, Siria ha sufrido la devastación de varias de sus ciudades y barrios, incluido el mercado medieval de Alepo y su Mezquita de los Omeyas. Además, los continuos saqueos han amenazado las tumbas de la ciudad de Palmyra y los templos romanos han sufrido grandes daños.
El martes la ciudad de Al Zara, cerca de Al Hosn, sufrió ataques de cohetes, artillerías y disparos de tanques, según ha informado un residente en condición de asesinato. Poco después, aviones de guerra bombardearon la zona entre Al Zara y Al Hosn, donde se sitúan grupos de rebeldes.
Pese a que estos enfrentamientos de los dos últimos días han tenido lugar cerca del castillo Crac de los Caballeros, por el momento el monumento no ha sufrido daños, según los testigos.
Un soldado de las Fuerzas de Defensa Nacional, un grupo paramilitar leal a Al Assad, ha informado de que la ofensiva tiene como objetivo asegurar un gasoducto que discurre por Al Zara y que fue atacado por rebeldes el pasado mes de diciembre para interrumpir los suministros.
Sin embargo, otros testigos relacionan los enfrentamientos con una disputa entre varias aldeas de Homs, una provincia religiosamente variada que ha sido objeto de luchas religiosas entre la minoría alauí, secta a la que pertenece Al Assad, y la mayoría de rebeldes suníes.
Tanto Al Zara como Al Hosn son mayoritarimente suníes, aunque las aldeas de su alrededor forman parte del diez por ciento de minoría cristiana del país. Los cristianos sirios temen el aumento de milicianos islamistas entre los rebeldes, aunque algunos de ellos han combatido contra Al Assad.
Este mes, varios hombres de Al Hosn enmascarados decapitaron a un joven de la aldea de Marmarita, una población cercana de mayoría cristiana. Pocos días después, milicianos leales a Al Assad mataron a un ciudadano de Al Hosn, para posteriormente arrastrar su cadáver a través de las aldeas cristianas.
