'Casco Azul' Sudafricano En Goma En La República Democrática Del Congo
REUTERS / ED CROPLEY
Publicado: lunes, 12 febrero 2018 14:49

JOHANESBURGO, 12 Feb. (Reuters/EP) -

El Ejército de Sudáfrica ha iniciado una investigación sobre las acusaciones de que el contingente de 1.000 militares que envió a la República Democrática del Congo (RDC) bajo mandato de la ONU atacaron y torturaron a la población civil.

Un comunicado de las Fuerzas Armadas ha manifestado que se aplicarán "acciones correctivas" si se prueba que los cargos son ciertos y ha aclarado que la investigación se llevará a cabo en conjunto con la misión de la ONU en RDC (MONUSCO). Sin embargo, ni el Ejército ni MONUSCO han ofrecido detalles sobre las acusaciones, que se supone que provienen de ciudadanos congoleños. "Estamos al tanto del caso y disponemos del informe policial", ha confirmado la portavoz de MONUSCO, Florence Marshall.

Según los acuerdos bilaterales con los países que reciben contingentes militares de la ONU, los 'cascos azules' que cometan delitos mientras trabajen en misiones de mantenimiento de la paz serán juzgados y castigados según las jurisdicciones de sus países natales. El portavoz del Gobierno congoleño, Lambert Mende, ha admitido que no estaba al tanto de las acusaciones, pero que es "completamente normal" que la investigación sobre las mismas la hagan las autoridades sudafricanas y no las congoleñas.

La MONUSCO se estableció en el año 2000 y es la misión de mantenimiento de la paz más grande de la ONU. La MONUSCO está recibiendo cada vez más presión política y militar: Estados Unidos ha amenazado con dejar de financiarla en un momento en el que la actividad de las milicias en la periferia del país ha aumentado. El incremento de la inseguridad está relacionado con las tensiones provenientes del rechazo del presidente Joseph Kabila a abandonar el poder cuando se acabó su mandato al final de 2016.

Las elecciones para remplazar a Kabila se han retrasado en varias ocasiones y, ahora mismo, están planeadas para diciembre de 2018. Kabila ha gobernado el país desde que su padre fue asesinado en 2001.

El contingente sudafricano, que tiene su base en Goma (cerca de la frontera con Ruanda) es parte de la Brigada de Fuerzas de Intervención de MONUSCO, una misión de la ONU que tiene el mandato de "neutralizar y desarmar" a los grupos guerrilleros.

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