MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Una embarcación con cerca de 150 migrantes a bordo ha emitido una llamada de alerta en aguas del mar Mediterráneo entre Libia y el sur de Europa, según ha informado la organización Alarm Phone a través de su cuenta en la red social Twitter.
La organización, que recibe llamadas de barcos en situación de alerta, ha detallado que ha sido contactada por una embarcación que inició su ruta en la localidad libia de Joms. "Dicen que van entre 50 y 60 mujeres, además de 30 niños", ha agregado.
Así, ha resaltado que entre los migrantes que van en la embarcación hay "personas enfermas y embarazadas". "El motor (de la embarcación) ha dejado de funcionar. No hay rescate a la vista. Las autoridades de Italia y Malta han sido informadas alrededor de mediodía", ha manifestado.
"Hemos perdido el contacto con la embarcación y no podemos contactar ya con esas personas. Las autoridades italianas han rechazado nuevamente su responsabilidad y han informado a los guardias costeros libios. Tememos que las personas estén siendo llevadas de vuelta a horribles campamentos de detención en Libia", ha denunciado.
Alarm Phone había señalado poco antes que el clima es mejor durante la jornada de hoy en el Mediterráneo central, lo que ha llevado a que "personas intenten escapar de Libia". "No hay ONG fuera y no hay herramientas de rescate estatal", ha subrayado, antes de pedir que los gobiernos permitan a las ONG "volver al mar".
"Las 150 personas que han llamado a Alarm Phone pueden ver un barco pero está lejos en la distancia. También han visto un avión sobrevolándoles. Intentamos ayudarles, pero la situación es tensa. Tienen miedo de ser devueltos a Libia. Buscan libertad en Europa", ha recalcado.
Libia se ha convertido en los últimos años en uno de los principales puntos de tránsito desde África hacia Europa, si bien el número de llegadas ha descendido desde mediados de 2017 debido a un impulso liderado por los italianos para interrumpir las redes de contrabando y facilitar las intercepciones de guardacostas libios.
Las personas recogidas por los guardacostas libios son devueltos a centros de detención nominalmente administrados por el gobierno de unidad respaldado por Naciones Unidas, uno de los dos gobiernos rivales de Libia, si bien el control real recae a menudo en grupos armados locales.
