MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado este martes que el clérigo islamista Fetulá Gulen, al que Ankara acusa de estar detrás del intento de golpe de Estado de julio de 2016, será extraditado por Estados Unidos "antes o después".
En declaraciones ante el grupo parlamentario del Partido Justicia y Desarrollo (AKP), el mandatario ha indicado que un total de 80 personas sospechosas de mantener lazos con el clérigo han sido extraditadas al país y que la situación de Gulen "no será diferente".
"La situación del jefe de estos terroristas, que se siente seguro en Pensilvania, no será diferente. Antes o después llegaremos a él", ha recalcado, tal y como ha recogido la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Las autoridades turcas han reclamado en numerosas ocasiones a Washington la extradición de Gulen, al que vinculan con varios atentados y asesinatos, entre ellos el del embajador ruso en Ankara, Andrei Karlov.
Turquía señaló inmediatamente a Gulen como 'cerebro' del asesinato, pero el Kremlin recalcó que era demasiado pronto para decir quién está detrás del asesinato.
A principios de abril, Estados Unidos afirmó que está a la espera de que Turquía envíe pruebas que vinculen al clérigo con el asesinato de Karlov para decidir sobre su posible extradición.
Erdogan y Gulen eran aliados políticos hasta que la Policía y la Fiscalía, supuestos simpatizantes del clérigo islamista, según el Gobierno turco, abrieron una investigación sobre corrupción en 2013 contra varios altos cargos del Ejecutivo.
Entonces, el mandatario turco acusó al clérigo de conspirar y erigir un Estado paralelo para derrocar al Gobierno con ayuda de la Policía y medios simpatizantes.
Bajo una fuerte represión desde la asonada, más de 50.000 personas han sido encarceladas en espera de juicio por supuestos vínculos con Gulen, mientras que 150.000 personas han sido despedidas o suspendidas de empleo en los sectores militar, público y privado.
Este mismo martes, un tribunal de Estambul ha condenado a cadena perpetua agravada a dos exsoldados, incluidos varios generales, por su presunto papel en la asonada de julio de 2016.
