ESTAMBUL, 13 Oct. (Reuters/EP) -
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha reprochado este sábado al Consejo de Seguridad de la ONU que no actúe para acabar con el conflicto en Siria y ha advertido de que la comunidad internacional está repitiendo los errores que hicieron posible las masacres perpetradas en Bosnia en los años 90.
"Pese a todos nuestros esfuerzos, el Consejo de Seguridad de la ONU no ha intervenido ante la tragedia humana que se vive en Siria desde hace 20 meses", ha afirmado Erdogan durante una conferencia en Estambul a la que han asistido dignatarios como el secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby.
"Hay una actitud que anima, que da luz verde a (el presidente sirio, Bashar) Al Assad para matar a decenas o a cientos de personas cada día", ha lamentado. Desde que comenzó la revuelta contra el Gobierno, en marzo de 2011, han muerto más de 30.000 personas.
Turquía ha encabezado los llamamientos para que se autorice una intervención en Siria, por ejemplo imponiendo una zona de exclusión aérea para detener los ataques aéreos de las fuerzas de Al Assad contra los rebeldes que quieren derrocarle.
Pero es poco probable que el Consejo de Seguridad --dividido entre los países occidentales, por un lado, y Rusia y China, por otro-- emprenda acciones significativas. China insiste en que cualquier solución a la crisis siria debe originarse dentro del país y Rusia mantiene que son muchos los sirios que siguen apoyando al régimen.
Las relaciones entre Ankara y Moscú han empeorado esta semana porque Turquía obligó a aterrizar en Ankara a un avión de pasajeros que volaba de Moscú a Damasco y acusó públicamente a Rusia de enviar material militar a las fuerzas de Al Assad.
Moscú aseguró que no había armas en el aparato y que estaba transportando una carga legal de equipos de radar.
PODRÍA REPETIRSE LO OCURRIDO EN BOSNIA
Erdogan ha señalado que un sistema que permite que uno o dos países impidan que se realice una intervención ante una crisis humanitaria tan grave es inherentemente injusto y que en Siria se repetirá lo que ocurrió en Bosnia en los años 90.
"Qué triste es que la ONU sea tan incapaz hoy como lo fue hace 20 años, cuando contempló la masacre de cientos de miles de personas en los Balcanes, en Bosnia y en Srebrenica", ha declarado.
La masacre de Srebrenica (julio de 1995) es la más grave ocurrida en un país europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
Las fuerzas de paz holandesas de Naciones Unidas abandonaron la que había sido designado como una zona segura de la ONU ante el avance de las fuerzas serbobosnias, que luego mataron a 8.000 hombres y niños musulmanes y los enterraron en fosas comunes.
INTENSIFICACIÓN DE LOS COMBATES
Los enfrentamientos se han intensificado notablemente en los últimos dos meses pero ninguno de los dos bandos ha sido capaz de hacer avances importantes. Aunque hay combates en todo el país, las batallas estratégicas se localizan en una zona que atraviesa el oeste de Siria, donde vive la mayoría de la población.
Los rebeldes tomaron Maarat al Numan esta semana, cortando la principal autopista que une Damasco, Homs y Alepo. Las fuerzas gubernamentales tendrán que recuperar esa localidad para llevar refuerzos y suministros a Alepo, la ciudad más grande de Siria.
Este sábado, las fuerzas leales al régimen han disparado proyectiles de mortero contra el barrio de Jalidiya, en Homs, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Mientras, al sur de Damasco, cerca de Deraa, ambos bandos luchan junto a la localidad de Maarba.
Tras cuatro días de duros enfrentamientos en la localidad de Azmarin, en la frontera con Turquía, parece que ahora está controlada por los sublevados.
"Por fin la localidad está en nuestras manos (...). Hemos izado dos banderas y las batallas han terminado", ha declarado a la agencia Reuters por teléfono un vecino de Azmarin. A unos kilómetros de allí, en la localidad siria de Darkush, continúan los enfrentamientos.
En un balance de víctimas provisional, el Observatorio cifró en unas 160 las víctimas mortales registradas este viernes, entre ellas un niño de tres años que falleció como consecuencia de un bombardeo en la ciudad Alepo.
