BISHKEK, 2 Sep. (Reuters/EP) -
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha urgido este sábado a Kirguistán a acabar con los grupos que mantengan vínculos con el movimiento liderado por el clérigo exiliado Fetulá Gulén, al que Ankara culpa por el intento de golpe de Estado de 2016, algo que por el momento, el país asiático se ha negado a hacer.
La red de escuelas y centro educativos que patrocina Gulén, que en estos momentos se encuentra en exilio voluntario en Estados Unidos, ha existido durante décadas en la antigua república soviética de Asia Central.
Después del intento de golpe de Estado de 2016, Ankara ha exigido a muchos gobiernos de la región que acaben con estas asociaciones y centro, algo a lo que muchos se han negado. Almazbek Atambayev, el presidente de Kirguistán en el momento, rechazó directamente cerrar las escuelas y simplemente abogó por cambiarles el nombre.
Erdogan, de visita en el país, que cuenta con una población mayoritariamente musulmana de más de seis millones de habitantes, ha vuelto a insistir en su petición, esta vez con el nuevo presidente, Sooranbai Zheenbekov, alegando que la red de Gulén implica una amenaza para la seguridad del país.
"No queremos que nuestros hermanos tengan este tipo de problemas", ha emplazado el presidente turco en una rueda de prensa conjunta con Zheenbekov. "Los seguidores de Gulén pueden infiltrarse en el Ministerio del Interior, en el Ejército, por lo que puede tener lugar un golpe de Estado también en Kirguistán", ha advertido.
Zheenbekov, que accedió al poder el año pasado, no ha prometido nada al mandatario turco, ya que alega que la red de escuelas ahora se encuentra bajo el control de su Gobierno. Kazajistán, vecino de Kirguistán, también ha rechazado cerrar las asociaciones de Gulén en en el país y sólo les ha cambiado el nombre.
