Los esclavos liberados de Mauritania luchan para integrarse en la sociedad frente a la falta de ayuda

Mujeres en Mauritania
REUTERS / SUSANA VERA - Archivo
Actualizado: lunes, 4 marzo 2019 17:16

NUAKCHOT, 4 Mar. (Fundación Thomson Reuters/EP) -

Naciones Unidas estima que alrededor de 40 millones de personas en todo el mundo están consideradas como "esclavos modernos". Mauritania atraviesa, en este sentido, un momento histórico en el que decenas de miles de personas han dado su primer paso a una vida en libertad conforme el país se ha ido desvinculando de su tradición esclavista, que abolió en 1981 y criminalizó solo hace 12 años, en 2007.

A pesar de ello, el Índice de Esclavitud Global, publicado anualmente por el grupo de derechos humanos Walk Free Foundation, estima que el 2 por ciento de la población, o 90. 000 mauritanos, todavía están esclavizados, lo que coloca al país ante un doble desafío: completar la tarea y proteger la integración social de quienes han llevado toda su vida bajo las órdenes de otra persona.

"Para los esclavos, todo lo que podemos hacer es liberarlos", ha declarado Alioune Sow, miembro de la Iniciativa para el Resurgimiento del Movimiento Abolicionista (IRA), farmacéutico de profesión que participa en una campaña de ayuda sin fondos propios, dependiente únicamente de donativos.

Aunque es difícil identificar a las víctimas (innumerables permanecen escondidas dentro de las mansiones) los antiguos esclavos son fáciles de detectar: se amontonan en las áreas más pobres, que a menudo carecen de agua corriente, centros de salud y escuelas. Las organizaciones benéficas y el Gobierno ayudan, pero llegan solo a una fracción de los necesitados.

LIBERTAD POR LEY

Los haratines, la "casta de esclavos" de Mauritania, conforma casi la mitad de la población, y el resto se divide entre los moros blancos y otros grupos étnicos de raza negras, según Minority Rights Group, una organización de derechos humanos con sede en Londres.

Essatim, por ejemplo, nació esclava porque su madre lo era. Fue violada por su señor y por el hijo de éste. Tuvo, a consecuencia de ello, dos niñas que fueron entregadas a varios miembros de la familia de su amo.

"Cuando me negué a dejarla (a su primera hija), la tomaron por la fuerza", dijo Essatim. "Todo lo que podía hacer era llorar. Tenía miedo de que ella se enfrentara a lo que yo me enfrentaba", ha declarado en comentarios a la Fundación Thomson Reuters.

El Gobierno de Mauritania niega que la esclavitud sea generalizada y dice que los casos son raros y ya se solucionan con más rapidez.

"Prohibimos las drogas, prohibimos el terrorismo, prohibimos el tráfico de armas. Y siguen sucediendo", ha explicado Hamdi Ould Mahjoub, jefe de Tadamoun, la agencia nacional que se ocupa del impacto de la esclavitud. "Y lo mismo ocurre con la esclavitud. Es un crimen, pero hay personas que siguen delinquiendo", añade.

Los grupos contra la esclavitud pintan, sin embargo, otra imagen, en la que el Estado rara vez apoya a las víctimas y personas influyentes protegen a los propietarios de esclavos porque comparten su clase social.

Desde 2007 se han llevado a cabo cuatro juicios contra propietarios de esclavos, mientras que numerosos activistas contra la esclavitud han sido encarcelados en múltiples ocasiones, entre ellos Biram Dah Abeid, presidente del IRA.

Si existen las pruebas suficientes, el grupo puede presionar al Estado para que intervenga, según Sow. Pero han tenido poco éxito a la hora de obtener sentencias más severas y compensación a las víctimas
"Cuando compenses (al esclavo) tendrá medios, tendrá un comienzo", ha explicado. "Seguimos insistiendo en este punto".

SUEÑOS DE LA ESCUELA

Essatim, que escapó en 2011 con ayuda del que ahora es su marido, ha declarado que su sueño, la educación para sus hijos, se está escapando rápidamente de su alcance. De cinco meses a 16 años, ninguno ha ido a la escuela.

Los mayores fueron excluidos por falta de documentos de identidad, un problema común cuando el padre es un amo de esclavos, dicen los activistas.

Sus hijos más jóvenes carecían de material escolar y no cumplieron con la fecha límite de inscripción, dijo Essatim.

"La situación no puede cambiar si no van a la escuela", lamenta Brahim Bilal Ramdhane, fundador de una organización llamada Foundation Sahel para educar a los antiguos esclavos.

Las escuelas estatales, principalmente para los haratines, a menudo carecen de maestros o están en mal estado; los moros blancos optan por escuela privada. Algunos ex esclavos también mantienen a los niños en casa porque no creen que la educación sea importante.

Leer más acerca de: