Espacio.- La sonda Phoenix aterriza mañana en Marte para recabar datos sobre la existencia de agua en el planeta

Actualizado: domingo, 25 mayo 2008 10:34

La llegada de la nave al planeta rojo podrá ser seguida en Internet en un despliegue sin precedentes en la red

MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -

La sonda Phoenix tiene previsto aterrizar hoy domingo sobre la superficie de Marte con el objetivo de explorar una de las regiones más desconocidas del planeta rojo, las planicies del polo norte, en un intento de descubrir restos de agua o depósitos de hielo enterrados a kilómetros de profundidad. De tener éxito, esta misión podría abanderar una nueva serie de misiones que podrían ir más allá de la mera exploración inicial.

La Phoenix es la última de una pequeña flota de naves relativamente baratas que la NASA ha enviado a Marte durante las últimas décadas, como la Express o la Odyssey, encargadas de mapear la superficie marciana. No obstante, han sido la Sojourney, la Spirit o la Opportunity las que se han llevado los "galones", al enviar imágenes nunca vistas del planeta más cercano a La Tierra.

Sin embargo, es la Phoenix la que podría revelar los descubrimientos más sorprendentes. Antaño un planeta húmedo, plagado de ríos y océanos similares a los de nuestro mundo, la baja gravedad marciana, en comparación con su débil atmósfera, provocó la rápida dispersión de sus reservas en el espacio. Sólo una pequeña parte quedó almacenada en el subsuelo o en los polos. Es ahí donde la nueva sonda tiene previsto desarrollar su labor.

La misión presenta unas cuantas diferencias en cuestión de procedimiento con otros lanzamientos. La sonda tiene previsto aterrizar en una zona elíptica a 68 grados latitud norte, 233 grados este, en las llanuras árticas de la Vastatis Borealis, tras un incierto descenso de siete minutos en el que atravesará la superficie del planeta, en lo que será el momento más arriesgado de la misión.

Durante ese momento, el escudo aislante de la sonda tendrá que soportar una temperatura que rondará los 2.600 grados. Una vez atraviese la atmósfera, la sonda desplegará su paracaídas a 12,6 kilómetros de altura y, durante los tres minutos siguientes, la nave se desenganchará de la protección anticalor, y activará sus cohetes de retroceso a sólo 40 segundos del impacto.

A diferencia de los tradicionales minitodoterrenos que recorren la superficie marciana, la Phoenix no recurrirá a los famosos airbags que recubren el artefacto, que rebota en la superficie hasta detenerse. En este caso, el sistema de aterrizaje por cohete recordará al empleado la sonda Viking.

Una vez sobre la superficie, la sonda desplegará toda una serie de instrumental científico para estudiar el terreno a su alrededor: cámaras estereoscópicas, microscopiso, analizadores electroquímicos y sensores metereológicos. El gadget estrella será, no obstante, su brazo robótico de casi dos metros y medio con cámara incorporada.

El brazo lleva integrada no sólo una cámara rotatoria, sino también lo que la NASA ha denominado "púas de sierra": dientes capaces de atravesar superficies heladas mucho más resistentes que las que se encuentran en las latitudes más próximas al ecuador del planeta. Con estas armas, la sonda podrá excavar hasta una profundidad de medio metro, a la que los científicos creen que el hielo se encuentra con el suelo de Marte. La sonda extraerá material que será analizado por el laboratorio que la sonda lleva incorporado para buscar signos de materia orgánica, procesos bioquímicos y otras señales de vida extraterrestre.

UNA VIDA NO TAN CORTA

La NASA ya anticipa una corta autonomía para la sonda Phoenix. Sólo con que la nave opere a pleno rendimiento durante los próximos meses, los responsables de la misión considerarán la misión como un éxito, antes de que el duro clima marciano provoque la primera avería.

Sin embargo, sondas como la Spirit y la Opportunity, que aterrizaron en Marte en 2004 con una expectativa de vida de sólo tres meses, todavía siguen en funcionamiento --descontando los apagones habituales para conservar energía--. La Phoenix no irá a ninguna parte: simplemente quedará posada en el hielo, recabando información, hasta que se rompa.

INTERNET, PROTAGONISTA

El aterrizaje de hoy podrá ser visto en los principales museos de Estados Unidos. A los presentes en estos eventos se sumarán cerca de medio millón de personas que podrán contemplar el aterrizaje --que se espera a las 13.56 de la tarde (hora española)-- en la red, más concretamente a través web social de Second Life.

El equipo encabezado por la organizadora del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Jeanne Holm, se encargará de hacer llegar las imágenes emitidas por la Phoenix a su llegada al planeta rojo. Los archivos serán gestionados por la editorial Bitter and Holm, encargada de seleccionar las imágenes más pertinentes para el disfrute del gran público.

Estas imágenes podrían aparecer colgadas en la web de la NASA sólo 15 minutos después de ser enviadas, en lo que Holm ha calificado de "enorme cambio de paradigma": antes los científicos tardaban días, semanas e incluso meses en colgar las imagenes. Ahora, el estudio de las fotos tiene lugar en tiempo real de manos de la comunidad internacional y de los internautas, según explicó Holm.

"Veremos las imagenes al mismo tiempo que el resto de la gente", declaró la ingeniero, empleando para ello el nuevo portal de la NASA --lanzado en 2003--. Las imagenes recibidas sólo contarán con el retraso habitual que experimentarán los datos en su viaje de unos 55 millones de kilómetros hasta la Tierra.

Holm anticipa una audiencia web sin precedentes. "Cerca de 250.000 usuarios contemplaron los procedimientos de control de esta misión gracias a NASA TV, 50.000 de los cuales se conectaron al mismo tiempo, y en 2004 la página fue visitada por más de 60 millones de visitantes únicos, 550 millones de páginas vistas, y 17.500 millones de links visitados", explicó Holm, que anticipa que este número de visitas podría "hasta duplicarse" en este evento.