MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
La trabajadora española de UNICEF, Silvia Gaya, que ayer resultó herida de gravedad tras recibir un disparo en la localidad chadiana de Abeche (este del país), está siendo trasladada vía aérea a París, según informó a Europa Press la cónsul honoraria española en Yamena, Emma Pacios.
Pacios indicó que Gaya, de 37 años y natural de Barcelona, "está igual", por lo que continúa "en estado crítico y estacionario", aunque en los últimos momentos se ha detectado "una pequeña mejoría". A las 20:00 horas (hora local, una más en la España peninsular), la trabajadora humanitaria salió de Chad en un avión militar francés con destino a París, donde está previsto que llegue alrededor de las 3:00 de la madrugada, para ser trasladada al hospital militar Percy.
La trabajadora de la agencia de la ONU recibió un impacto de bala en el hombro cuando se encontraba parada en un vehículo en Abeche, informaron fuentes diplomáticas. Aunque el desarrollo de los acontecimientos "no está muy claro", parece que la cooperante española "estaba sola en el coche, esperando a alguien", cuando fue asaltada y disparada "con un fusil kalashnikov" a través de la ventanilla de su vehículo, alrededor de las 18:00 horas (locales) de ayer, añadieron las fuentes.
Posteriormente, la mujer fue trasladada a una base militar francesa en la capital, donde llegó a las 23:00 horas "en estado crítico". La cooperante, que llevaba un año y medio en Chad, se encontraba trabajando en un proyecto de cooperación de UNICEF con población local.
La zona donde tuvo lugar el ataque es fronteriza con la región sudanesa de Darfur, que vive una cruenta guerra civil que ha dejado más de 200.000 muertos en los últimos tres años. Como consecuencia de este conflicto en el vecino país, Chad ha visto la llegada de unos 200.000 refugiados sudaneses.
La cónsul española indicó que por el momento no se han efectuado detenciones en relación al ataque sufrido por la española y explicó que, tras las revueltas que ha vivido el país africano, "el Estado casi no está presente allí", por lo que "es como un territorio sin ley", donde los trabajadores humanitarios efectúan su labor "con mucha inseguridad". Pacios expresó su deseó de que la cooperante humanitaria "se ponga pronto bien".
