España/Francia.- Zapatero y Chirac celebrarán la cumbre bilateral en Canarias para dar apoyo ante la presión migratoria

Actualizado: domingo, 16 julio 2006 15:42

MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente francés, Jacques Chirac, prevén celebrar el próximo mes de noviembre la cumbre anual hispano-francesa en una ciudad de las Islas Canarias aún por decidir, con el fin de mostrar su compromiso en la lucha contra la inmigración ilegal y dar su apoyo a las autoridades autonómicas y locales ante la presión migratoria que sufre el archipiélago, según informaron fuentes gubernamentales españolas a Europa Press.

El jefe del Ejecutivo aún tiene que cursar la invitación al mandatario galo para esta cumbre que, previsiblemente, será la última de Chirac como presidente de la República francesa. Fuentes diplomáticas francesas reconocieron a Europa Press que existe un interés por parte de España en celebrar este año la reunión hispano-francesa en Canarias y añadieron que la cumbre está fijada, a día de hoy, para el 16 de noviembre.

España y Francia fueron, junto a Marruecos y Senegal, los impulsores de la reciente Conferencia euroafricana sobre migración y desarrollo que se celebró la pasada semana en Rabat. En este sentido, Zapatero manifestó el pasado miércoles tras su encuentro con el presidente canario, Adán Martín, que existe un "horizonte destinado a garantizar con más eficacia el control de la inmigración ilegal, y a garantizar la cooperación de los países de origen de ésta", ya que "éste es, sin duda, el gran medio para frenar y hacer ordenadamente el proceso de inmigración".

Zapatero y Martín pusieron sobre la mesa los problemas actuales de Canarias, entre los cuales se encuentra el fenómeno de la inmigración como uno de los más importantes para las islas. A este respecto, Zapatero se comprometió a "no regatear medios humanos, ni materiales ni políticos para controlar la inmigración ilegal en origen controlando y cooperando con los países del África subsahariana".

Según declaró Zapatero, su visita a Canarias tenía como objetivo vivir "de cerca el esfuerzo realizado en los últimos meses" en las islas para hacer frente a la inmigración ilegal, y subrayó que el Gobierno ha movilizado "todos los esfuerzos y medios políticos materiales y diplomáticos" en una operación que calificó "sin precedentes" en España.

También hizo hincapié en que, tras la llegada masiva de inmigrantes, especialmente en el mes de mayo, junio ha registrado un descenso. Así, precisó que mientras que en mayo la cifra de irregulares llegados Tenerife ascendió a 3.500, en junio bajó a 500, gracias al "esfuerzo movilizador" realizado con Mauritania y con Senegal, "con el que estamos llegando a la meta de la plena colaboración".

El jefe del Ejecutivo también se refirió a los efectivos dedicados en las islas a la seguridad y al control de la inmigración. Al respecto, destacó que el Ministerio del Interior tiene destinados a 1.000 efectivos de Policía más que en 2004, lo que sitúa la cifra de agentes en 3.330, mientras que los efectivos de la Guardia Civil suman 2.733 y los de Salvamento Marítimo 200.

"FIRMEZA CONTRA LA INMIGRACIÓN CLANDESTINA"

Por su parte, Chirac apeló el pasado 10 de julio a "la firmeza en la lucha contra la inmigración clandestina", pero siempre con "respeto por la dignidad humana" de las personas que deciden abandonar sus países y emigrar a otros más desarrollados.

Chirac propuso una "lucha enérgica contra las redes mafiosas que comercian de forma vergonzosa con la miseria humana", una "cooperación policial, judicial y técnica para mejorar la vigilancia de fronteras" y "una buena aplicación de los acuerdos de readmisión" por parte de los países, africanos principalmente, de donde parten los inmigrantes.

En un mensaje enviado por el jefe del Estado a la Conferencia euroafricana de Rabat y hecho público por el Elíseo, Chirac pidió una "cooperación reforzada y más eficaz entre los países de origen, los de tránsito y los de destino" para frenar el flujo de emigrantes clandestinos.

En línea con el discurso habitual de las autoridades francesas sobre la pobreza, el presidente francés apostó por "confirmar el compromiso de Europa junto a África en favor del desarrollo", en diferentes campos como la lucha contra las enfermedades contagiosas o la construcción de infraestructuras. "Debemos ser capaces de afrontar el reto" de la inmigración "de manera común, con un espíritu de colaboración y responsabilidad compartida", manifestó.