MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno, los bancos y las cajas de ahorro trabajarán conjuntamente para incrementar el impacto para el desarrollo de las remesas de dinero que envían los inmigrantes que residen y trabajan en España a sus países de origen, con acciones como la reducción de los costes de las transferencias, redes de asesorías asociadas a los receptores y líneas de crédito en los países de destino para poner en marcha planes de futuro.
Así lo acordaron hoy la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, y la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, en dos acuerdos de intenciones sobre las remesas y su impacto en el desarrollo firmados con el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín Fernández, y el presidente-director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), Juan Ramón Quintás.
Con el fin de promover una "mayor participación e implicación" de las partes y teniendo en cuenta la experiencia del impacto que para el desarrollo español tuvieron los envíos de dinero de sus emigrantes desde el exterior, se comprometen a incidir sobre la transparencia y la competencia del mercado y aumentar las expectativas y oportunidades de futuro de los emisores y receptores de remesas.
En concreto, se promoverá que la recepción de remesas se asocie a líneas de crédito de ahorro o de inversión "atractivas financieramente" y se incluirá en los programas de acogida para la integración de inmigrantes en España actuaciones encaminadas a la difusión y promoción de los instrumentos que se pongan en marcha para la mejora del envío de remesas.
Por parte de AEB y CECA, se fomentará entre sus miembros acciones para facilitar el proceso de envío de remesas, mediante servicios que faciliten la realización de las transferencias en condiciones adecuadas de agilidad, eficiencia y costes y medidas para aumentar la transparencia del mercado, tal y como figura en el acuerdo firmado hoy en Madrid entre las tres partes.
Acuerdos con entidades financieras, legalmente reconocidas, del país de destino de estas remesas para lograr su transmisión a través de canales formales; mejorar la distribución de las mismas, reducir los costes de transferencia, facilitar la oferta de servicios en destino y garantizar la seguridad y transparencia de las operaciones son otras operaciones que se realizarán.
De hecho, se han iniciado ya proyectos piloto en Marruecos, Ecuador y Senegal, con el fin de impulsar el desarrollo a través de las remesas, poner en servicio redes de trabajo mixtas, construir una metodología de trabajo para replicar los aspectos positivos de la experiencia y ensayar mecanismos de comunicación y coordinación eficaces.
4.600 MILLONES EN REMESAS EN 2005.
Los firmantes del compromiso, enmarcado en al Iniciativa contra el Hambre y la Pobreza de 2004, suscrita por España, coincidieron en resaltar que este acuerdo beneficiará a reducir la inmigración forzosa. Así, Rumí cifró en más de 4.600 millones de euros las remesas enviadas por los inmigrantes en 2005 a sus países de origen pero explicó que si se redujeran un 1 por ciento los costes de las transferencias se podrían añadir hasta 50 millones más.
Por ello, la secretaria de Estado de Inmigración celebró que se inicie ahora una vía para abaratar los costes de envío de dinero de los tres millones de inmigrantes con tarjeta de residencia o de trabajo que hay en España y que con este acuerdo se siga trabajando para que llegue "el dinero que ha de llegar, el destinado y que no se quede en el camino y que llegue con seguridad, haciendo un esfuerzo más".
Por su parte, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional dijo que este convenio, que calificó de "bandera de solidaridad", permitirá hacer frente a esa "falta" de acceso de los inmigrantes a los créditos por carecer de garantías y de confianza en sí mismos. A su juicio, se animará así a vincular los sistemas financieros de España con los de los países de recepción de las remesas y abrir una senda hacia "la eficacia financiera".
Desde las cajas de ahorro, Quintás destacó el "plus de interés" que suponen las remesas de los inmigrantes para este sector por el importante impacto que tienen en la economía de los países receptores y el nivel de modernización de sus cajas de ahorros. Por parte de la banca, Martín Fernández considera "de justicia" que la inmigración beneficie a sus países como lo hace con España y se mostró "absolutamente" a favor de la iniciativa suscrita.
Finalmente, se expuso la visión de los inmigrantes, mediante la voz de Luis Lamiel, del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior y ex inmigrante español, que cifró en un 94 por ciento de la inmigración española que generó ahorros y en más del 70 por ciento de ese dinero llegaba a España como remesas, permitiendo aumentar la calidad de vida de muchas familias, crear negocios o tener acceso a una vivienda.
A ello, el coordinador del Área de Migraciones y Desarrollo del Fondo Catalán de Cooperación al Desarrollo e inmigrante senegalés, Aliou Diao, aplaudió este convenio por la posibilidad de que frene la inmigración forzosa y los flujos migratorios desordenados. Tras recalcar que las remesas no sirven igual al desarrollo de los diferentes países, abogó por "democratizar" las relaciones entre el sistema financiero y los potenciales y clientes.
