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El líder libio improvisa un discurso durante el almuerzo que los Reyes le ofrecieron en el Palacio Real
MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Rey y el líder libio, Muamar el Gadafi, coincidieron hoy en señalar al terrorismo y a la inmigración como los dos retos principales que España y Libia comparten, un día después de que los dos países se comprometieran en una declaración política a "reforzar" la cooperación en estos dos ámbitos.
Durante el brindis del almuerzo que los Reyes ofrecieron en el Palacio Real en honor de Gadafi, con motivo de su primera visita oficial a España, Don Juan Carlos destacó el fenómeno migratorio como el principal de los "retos compartidos" entre España y Libia, si bien también apuntó a la seguridad y la lucha contra el terrorismo como otro de los retos para ambos países.
El Rey advirtió de que la "seguridad" y la "prevención y lucha contra el abominable azote del terrorismo" requieren de la "cooperación internacional".
En materia de inmigración, señaló que ambos países han desplegado "intensos esfuerzos en tiempos recientes" y aseguró que España seguirá promoviendo el "refuerzo" de la cooperación internacional entre países de origen, tránsito y destino para hacer frente a este fenómeno.
De otro lado, confió en que los vecinos de la Unión del Magreb Arabe, que Libia preside, "avancen hacia una mayor integración regional" y remarcó la "sobresaliente calidad tecnológica" y las "importantes capacidades de inversión" de "España y sus empresas", lo que les permite "acompañar a Libia en el esfuerzo modernizador" en el que está inmersa.
Tras las palabras del Rey, Gadafi improvisó un discurso en el que afirmó que la amenaza internacional que más preocupa a España y Libia es el terrorismo, seguido de la inmigración.
El líder libio señaló que ambos países deben hacer frente al terrorismo y apostó por aumentar "la intensidad de la cooperación internacional" en este ámbito. Gadafi advirtió de que el terrorismo sólo "pretende terminar con la estabilidad de los países" y no se preocupa "en absoluto por los intereses de los pueblos". "Es el mismo el terrorismo de aquí que el de ahí", añadió tras recordar los recientes ataques terroristas en Argelia.
En segundo lugar se refirió a la inmigración, fenómeno que, dijo, "debe organizarse" y estudiar "sus causas, que están en Africa". Gadafi denunció que no se hayan ofrecido posibilidades a los hijos de los africanos para que permanezcan en sus países y citó asimismo otros motivos de la inmigración desde Africa, como "las infraestructuras muy débiles" del continente, la mala explotación de los recursos y la "falta de paz y seguridad" en algunos países.
Refiriéndose a la creación de la Unión Africana en 1999 en Sirte (Libia), Gadafi afirmó que existe entre sus miembros un "interés y voluntad de crear un Estados Unidos de Africa" y reconoció que aspira a que la UE les apoye en ese camino.
Para Gadafi, la mejor forma de acabar con la inmigración procedente de Africa es construir una "base sólida para el desarrollo" del continente. "Hay que atraer inversión europea para crear desarrollo a todos los niveles, crear empleos y reducir pobreza", consideró.
Y reiteró la previsión que lanzó en la pasada Cumbre UE Africa, sobre que tan sólo necesitaría 1.000 millones de dólares para erradicar la inmigración ilegal que parte de Africa hacia Europa.
INVITACIÓN A LOS REYES Y ZAPATERO A LIBIA
Gadafi aprovechó asimismo su intervención para invitar a los Reyes y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a visitar Libia, un país que guarda muchas semejanzas con España, según dijo haber comprobado en estos días.
El líder libio afirmó por otra parte que se había sentido en España como en Libia, consideró que con su visita ambos países abren un "nuevo punto de partida" y aseguró que las autoridades libias quieren caminar "juntas" con las españolas "sin ninguna limitación". "Hemos caminado juntos con gobiernos anteriores y deseamos hacerlo también con ustedes", concluyó.
VISITA IMPROVISADA
La primera visita oficial de Gadafi a España se ha saltado el protocolo habitual y se ha situado a medio camino entre las características de una visita oficial y la de una visita de Estado.
Para empezar, Gadafi fue recibido con honores en el Palacio de El Pardo, algo que se reserva para las visitas de Estado, aunque en este caso sólo le recibió Don Juan Carlos, mientras que a los jefes de Estado les recibe también la Reina.
Más allá de la instalación de una jaima (tienda beduina) en los jardines de El Pardo --en la que Gadafi no ha dormido, sólo recibido visitas--, otro hecho poco habitual ha sido el almuerzo ofrecido hoy en su honor en el Palacio Real. En las visitas oficiales o de jefes de Gobierno, éstos almuerzan con los Reyes, pero en La Zarzuela, y sólo en las visitas de Estado se ofrece una cena de gala en el Palacio Real. Hoy se ha optado por un almuerzo en el Palacio Real.
De hecho, la improvisación constante que ha marcado la visita también salpicó hoy al propio Rey. Don Juan Carlos y Doña Sofía recibieron en la sala habitual a Gadafi y después un responsable de Casa Real se acercó a ambos para indicarles que pasaran a otro salón para saludar a los asistentes al almuerzo. Cuando los tres iban a comenzar a andar, les dieron la orden contraria de permanecer en la misma sala, lo que llevó al Rey a exclamar: "¿Pero dónde vamos?".
Al almuerzo asistieron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos y los presidentes del Congreso y el Senado, Manuel Marín y Javier Rojo, respectivamente.
Asimismo estuvieron presentes el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León y los presidentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales y del Consejo Superior de las Cámaras de Comercio, Gerardo Díaz y Javier Goméz Navarro, respectivamente. También acudieron los presidentes de Repsol, Antonio Brufau e Indra, Javier Monzón, entre otros.
El menú constó de alcachofas con salsa holandesa, filete de lenguado con plátano confitado y crema de mandarina con chocolate caliente.
