MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno español consideró que el rey de Marruecos, Mohammed VI, no se refirió al viaje de los Reyes de España a Ceuta y Melilla durante su discurso a la nación y sí lo hizo en un comunicado previo porque quiso separar esta cuestión del XXXII aniversario de la Marcha Verde. De esta forma, el Gobierno subrayó la "sensibilidad marroquí", ya que que Mohammed VI se pronunció sobre la visita "como lo han hecho otras fuerzas sociales y políticas".
En declaraciones a Europa Press, fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores y Cooperación señalaron que existe una "clara divergencia" entre España y Marruecos en cuanto a la visita de Don Juan Carlos y Doña Sofía a las dos ciudades autónomas, admitieron desde Exteriores, pero sin que deba significar "perder la profundidad de las relaciones bilaterales" y la "común necesidad" de seguir uniendo esfuerzos "para hacer frente a retos del futuro" y "para intentar superar el problema cuanto antes".
COMUNICADO DEL REY DE MARRUECOS
En torno a dos horas antes de que el monarca alauí se dirigiera a la nación en un discurso emitido por televisión que conmemoraba el XXXII aniversario de la Marcha Verde, la agencia oficial marroquí MAP difundía un comunicado en el que Mohammed VI calificaba de "lamentable" la visita de los Reyes y advertía a las autoridades españolas de las "consecuencias" que podrían "poner en peligro el futuro y evolución de las relaciones entre los dos países".
Asimismo, el comunicado subrayó la "flagrante falta de respeto" del Gobierno español sobre el espíritu del Tratado de amistad, de buena vecindad y cooperación alcanzado en 1991, al tiempo que denunció con "toda firmeza" la visita de Don Juan Carlos y Doña Sofía a las ciudades autónomas, por ser un "acto nostálgico de una era sombría y decididamente superada".
Además de expresar la determinación del monarca por preservar y garantizar "todos los derechos inalienables y legítimos de soberanía", el comunicado insistió en el "estatus jurídico de las dos ciudades ocupadas y de las islas" cercanas y en lo justo de su "reivindicación permanente para su vuelta a la madre patria".
En este sentido, consideró que la "ocupación" no puede "adquirir legitimidad jugando con la antigüedad, a través de actos unilaterales, o bien por el sesgo político del hecho cumplido" y urge a un "diálogo honesto, sincero y abierto sobre el futuro" para solucionar el conflicto territorial. Un diálogo, añadió, que sea responsable y que garantice los "derechos de soberanía" de Marruecos y "tenga en cuenta los intereses de España".
