España.- El PP cambiará el diálogo con Cuba y Gibraltar si logra formar Gobierno

Actualizado: viernes, 15 febrero 2008 19:31

De Arístegui advierte de la necesidad de replantear la Alianza de Civilizaciones para que puedan apoyarla

MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

El PP modificará la estrategia de diálogo que España mantiene en la actualidad con Cuba y Gibraltar en caso de que logre formar gobierno tras los próximos comicios, avanzó hoy el candidato 'popular' al Congreso por Zamora Gustavo de Arístegui.

En un acto organizado por el Real Instituto Elcano para presentar el programa electoral de su partido en materia de política exterior, De Arístegui afirmó que un Gobierno del PP impulsaría una "transición democrática" en Cuba, frente a la "sucesión" promovida, a su juicio, por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó de haberse "enfrentado a los disidentes" y de haberles "faltado al respeto".

El mecanismo de diálogo sobre derechos humanos creado entre los gobiernos de España y Cuba con motivo de la visita a la isla del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, en abril pasado, "no ha tenido ningún efecto", aseguró. "Nadie puede decir que haya un serio avance en ningún terreno de los derechos humanos en Cuba", afirmó y auguró que la situación no cambiará "mientras siga viviendo el dictador y mientras quienes se ocupan de su sucesión tengan la posición que tienen sobre tantos temas".

Bajo su punto de vista, el Ejecutivo español tendría que "mantener un diálogo absolutamente firme y exigente" e impulsar "desde el mantenimiento de las relaciones diplomáticas" fórmulas de democratización de la isla, al tiempo que exige "con carácter inmediato e incondicional el pleno respeto a los derechos y libertades fundamentales de todos los cubanos".

Del Foro de Diálogo sobre Gibraltar, De Arístegui criticó que el Gobierno del Peñón "se siente en una delegación como uno más, en igualdad de condiciones" y tenga "derecho no sólo a voto sino a veto en cuestiones fundamentales". Con el PP en el Gobierno, Gibraltar formaría parte "con voz" pero "sin voto" de la delegación británica, "como ha sido siempre".

Por otra parte, advirtió de la necesidad de replantear la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones, --copatrocinada por España y Turquía y asumida ya por la ONU-- para que un Gobierno del PP la apoye.

Tal y como está concebida en la actualidad, dijo, es "inaceptable" para los 'populares' porque "significa sentarse a dialogar con algunos regímenes y gobiernos que consideran los derechos y libertades fundamentales, que son básicos para todo ser humano e irrenunciables, como un perverso instrumento de opresión".

"Mientras no se reformule esa condición fundamental, es imposible que nosotros creamos en ese ejercicio", insistió, por lo que abogó por "reformar" la iniciativa, dado que supone un "engañoso paso atrás" con respecto a proyectos anteriores. "Si queremos hablar de plataforma de moderados, bienvenidos. Si queremos aislar a los fanáticos de cualquier parte del mundo, bienvenidos", explicó.

De otro lado, señaló que el PP se plantea como "objetivo" que España entre en el G-8, aunque admitió que es "inviable" alcanzar esta meta en una sola legislatura. De Arístegui recordó que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, planteó la creación de un G-13 y de un G-23 y que en ninguna de las dos propuestas figuraba España, a pesar de que este país "tiene PIB per cápita suficiente como para formar parte de ese grupo de cabeza".

"IRAK ES HOY UNA DEMOCRACIA"

Preguntado por Irak, De Arístegui subrayó que, pese a los "problemas" que tiene, el país "es hoy una democracia" y abogó por "fortalecer el Gobierno iraquí, sus instituciones democráticas, sus Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, su Ejército y su inteligencia".

De Arístegui avanzó que un Gobierno del PP trabajaría para situar a españoles en altos cargos de organizaciones internacionales y reivindicaría una clarificación de las iniciativas europeas sobre el Mediterráneo, para evitar "duplicidades", en alusión al Proceso de Barcelona y la Unión para el Mediterráneo.

De otro lado, defendió que una buena relación de España con Estados Unidos y Canadá no es incompatible con el europeísmo y consideró que el Gobierno socialista no tiene un problema con la Administración Bush sino con "la sociedad estadounidense".