BRUSELAS, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha indicado este lunes en Bruselas que España seguirá participando en la nueva misión que la Unión Europea prepara para relevar en el Mediterráneo a la 'Operación Sophia', y que pasará a tener como prioridad el control del embargo de armas a Libia en la zona este y dejará en actividad secundaria el rescate de inmigrantes.
"España participa en la misión que existe ahora y yo no veo ninguna razón por la que España no siga participando en esta misma misión, versión nueva", ha expuesto González Laya al ser preguntada por la aportación española en una rueda de prensa, al término de la reunión de ministros de Exteriores de la UE que ha acordado la creación de la nueva misión.
A falta de un nombre con el que rebautizar la misión y de que se desarrolle a nivel técnico los detalles del nuevo mandato, la operación europea tendrá un "nuevo enfoque" para situar como prioridad vigilar que se cumple el embargo de armas --que ya existía entre los objetivos de 'Sophia' pero de manera secundaria-- y también "tendrá una limitación al Mediterráneo este".
"En todo caso, nosotros pensamos que lo importante en estos momentos, por parte de España, es demostrar el compromiso continuado, no es nuevo, con la búsqueda de la seguridad y la estabilidad en el Mediterráneo", ha añadido la ministra española.
González Laya ha explicado que aunque se trata de una misión "nueva" contará con la misma base jurídica que la anterior, pero con un mandato renovado, para centrarse en el embargo de armas en el Mediterráneo. Además ha recalcado que ello "no excluye que de manera secundaria" pueda actuar contra redes clandestinas que trafican con personas.
En cualquier caso, se tratará de una misión de carácter "naval y aéreo" y no con presencia terrestre a pesar de que algún Estado miembro lo haya "sugerido" en la reunión a Veintisiete, según ha señalado la ministra, que ha querido dejar claro que cualquier intervención dentro de Libia "necesitaría de la invitación por parte de Libia" y contar con el aval de Naciones Unidas.
"De momento esto es para el Mediterráneo este, que es donde hay un problema particular en estos momentos", ha continuado, para concluir que además se quiere enviar un mensaje disuasorio claro para que "quienes estén pensando en traficar con armas que se lo piensen dos veces".
