Actualizado: miércoles, 24 septiembre 2014 19:55

BAGDAD, 24 Sep. (Reuters/EP) -  

   Cerca de 200 soldados iraquíes se han quedado atrapados en un campamento en el oeste del país por el asedio de milicianos del Estado Islámico.

   Un soldado acorralado en el campamento ha dicho que los alimentos, armas y municiones se estaban agotando mientras que las fuerzas que se han enviado hasta allí para rescatarlos siguen luchando para despejar una ruta de escape.

   "Hay tropas detrás de nosotros, pero no pueden llegar hasta nosotros porque toda la zona está plagada con bombas en las carreteras y con minas terrestres", ha explicado Husein Thamir, un soldado que ha hablado con Reuters desde el interior del campamento de Albu Etha, a unos 10 kilómetros al sur de la ciudad de Ramadi.

   Además ha explicado que "había un complejo del Ejército justo delante de nosotros, pero el Estado Islámico los destruyó completamente hace seis días".

OTROS ASEDIOS

   Usando tácticas similares, los insurgentes del Estado Islámico invadieron el pasado domingo una base del Ejército en Saqlawiya, a sólo 50 kilómetros al oeste de Bagdad, matando o capturando entre 400 y 600 soldados, según explicó un funcionario de seguridad iraquí.

   Las fuertes pérdidas han revelado una vez más el lamentable estado en el que se encuentra el Ejército iraquí, dividido por la corrupción y la baja moral de sus miembros, y que se desplomó cuando a lo largo del verano el Estado Islámico tomó el control de aproximadamente un tercio del país.

    El Estado Islámico ha declarado un califato islámico en Siria e Irak. Tanto Saqlawiya como Ramadi, están en la provincia occidental de Anbar, donde hay una importante carretera que une a los dos países.

   Además, fuentes médicas han anunciado que 20 voluntarios han muerto y 41 han resultado heridos en un pueblo cerca de Baquba, al norte de Bagdad, donde los milicianos del Estado Islámico desarrollaron una emboscada.

    Washington ha lanzado ataques aéreos en Siria e Irak para tratar de expulsar a los islamistas radicales, pero hasta el momento sus ataques no han conseguido frenar sus actuaciones.

   "La situación dentro y fuera de Ramadi es muy mala. El Ejército están en modo defensivo, no están atacando. Cada día el Estado Islámico lleva a cabo una operación. Perderemos Ramadi a menos de que la fuerza aérea estadounidense realice ataques aéreos sobre las posiciones", dijo un oficial de inteligencia iraquí en Anbar.

PROBLEMAS DENTRO DEL EJÉRCITO IRAQUÍ

    En un comunicado publicado en una página web yihadista, el Estado Islámico ha reconocido la matanza de casi 300 personas en el asalto a Sijir y Saqlawiya, adjuntando un desglose de los vehículos militares que el Ejército iraquí había perdido. La autenticidad de la reivindicación no se ha podido verificar.

   En respuesta, el propio Gobierno ha detenido a dos de sus comandantes al considerarlos responsables de negligencia en la actuación para defender Saqlawiya.

    El ex asesor de Seguridad Nacional Mowafaq al Rubaie ha culpado al Ejército de actuar con baja moral, falta de disciplina y falta de coordinación entre la milicia de voluntarios y las fuerzas oficiales.

  "No hay una solución rápida para esto. Necesita soluciones duraderas, resistentes y sostenibles. Existen problemas estructurales. El Ejército necesitaba ser reconstruido, las armas tenían que ser entregadas más rápido, los agentes tienen que ser entrenados y aumentar la capacidad de la inteligencia militar y civil", ha dicho Rubaie.

  "Me temo que voy a dar malas noticias, pero va a empeorar antes de mejorar, porque la amenaza a la seguridad nacional es abrumadora y sobre todo en Bagdad", ha añadido.

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