NUEVA YORK, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Robert Wood, lanzó ayer un mensaje público a Corea del Norte sencillo y directo: "No lancéis vuestro misil. No queremos que el lanzamiento siga adelante".
A pesar de la rotundidad de la petición, Washington está evitando molestar a Pyongyang, que ha amenazado con reabrir sus plantas nucleares y abandonar las negociaciones a seis bandas si Estados Unidos manda aviones espía que investiguen el lanzamiento del satélite previsto entre los días 4 y 8 de abril, y que, según las autoridades norcoreanas, tiene como objetivo poner un satélite en órbita.
Pero a pesar de que Pyongyang asegura que se trata de un satélite de comunicaciones, Corea del Sur, Japón y Estados Unidos temen que en realidad sea una prueba encubierta del lanzamiento del misil de largo alcance 'Taepodong-2', con capacidad para alcanzar Alaska.
En ese sentido, Wood dijo que si Corea del Norte sigue adelante con el lanzamiento las reacciones no se harán esperar, en concreto la de Naciones Unidas, aunque reconoció que no están atados de manos.
"Es un movimiento muy delicado. Todos los países involucrados en las negociaciones a seis bandas están de acuerdo en que el lanzamiento es negativo, aunque Rusia y China están menos dispuestos a imponer sanciones mientras que Corea del Sur y Japón abogan por mayores restricciones. Así que Estados Unidos tiene que mantenerse en un punto intermedio y ser lo más paciente posible", declaró Wood.
Pese a todo, recordó que su objetivo sigue siendo la desnuclearización de Pyongyang, y advirtió de que no van a "quitarle la vista de encima ni permitirles que nos distraigan de nuestra cuestión prioritaria". "Consideramos que lo más importante es tratar este tema con delicadeza y por eso seguiremos trabajando con Corea del Norte", matizó el portavoz del Departamento de Estado en declaraciones a la cadena CNN.
