Actualizado: domingo, 10 diciembre 2006 20:29


SANTIAGO, 10 Dic. (EUROPA PRESS/Claudia Riquelme) -

El ex dictador chileno Augusto Pinochet Ugarte, quien lideró el Golpe de Estado que derrocó al régimen democrático del Presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973, ha muerto hoy, a los 91 años de edad, en la ciudad de Santiago, a causa de una grave descompensación cardíaca, una falla múltiple, a una semana de haber sufrido un infarto al miocardio y un edema pulmonar que lo mantenían internado en el Hospital Militar de Santiago.

Pinochet, líder de la más larga dictadura militar chilena, que dejó más de 3.500 detenidos desaparecidos y 10.000 víctimas de violaciones a los derechos humanos, murió acompañado de su familia y tras recibir la extremaunción, en el día del cumpleaños de su esposa, Lucía Hiriart, quien hoy cumplió 84 años. Los médicos intentaron reanimarle, sin éxito.

El deceso del anciano militar fue confirmado por los médicos del Hospital Militar de Santiago de Chile, que lo atendían las 24 horas del día y en los próximos minutos se espera la entrega de un comunicado oficial.

Pinochet murió a las 14.15 horas locales (18.15 horas en España), tras su más grave crisis de salud después de su retiro de la vida pública, ocurrido en 1998, cuando debió renunciar a su cargo de senador vitalicio en el Parlamento chileno alegando demencia, con la finalidad de no ser procesado por el caso 'Caravana de la Muerte' ,comitiva militar que causó la muerte de más de 70 opositores a su régimen de facto en distintas ciudades de este país sudamericano.

Pinochet murió después de haber sido privado siete veces de su inmunidad judicial y con 300 procesos en su contra.

Augusto Pinochet Ugarte, quien fue comandante en jefe del Ejército chileno durante 25 años y quien ostentó los cargos de Jefe Supremo de la Nación y senador vitalicio en el Parlamento chileno, alcanzó notoriedad pública el 23 de agosto de 1973, cuando el entonces Presidente Salvador Allende lo nombró comandante en jefe del Ejército, en reemplazo del renunciado general Carlos Prats González, quien marchó al exilio en Argentina, donde perdió la vida junto a su esposa en un atentado planificado y ejecutado en 1974 por los organismos represivos de la dictadura que inició el propio Pinochet.

HOMBRE DE CONFIANZA

Biógrafos de Allende y Pinochet han reconocido que el derrocado Presidente socialista, quien se quitó la vida en medio del bombardeo al Palacio de La Moneda, hasta el último momento de su muerte estuvo preocupado de la suerte que, en medio de la asonada golpista, había corrido el general Pinochet, a quien había puesto al mando del Ejército chileno por ser un hombre de su más absoluta confianza.

Pinochet, quien se autodenominó jefe del Estado, lideró la junta militar que protagonizó una de las más extensas dictaduras militares del Cono Sur, sólo superada por la del general paraguayo Alfredo Stroessner (1954-1989) y que, según han consignado estudios locales y de organismos internacionales, dejó más de 3.500 detenidos desaparecidos, 10.000 muertos por violaciones a los derechos humanos y cientos de miles de víctimas de torturas y otros apremios ilegítimos.

El deceso de quien gobernó Chile entre 1973 y 1990, ha puesto en jaque al Gobierno chileno, cuyas autoridades aún no toman una decisión acerca de si seguirán la tradición de decretar duelo oficial por tratarse de la muerte de un ex Presidente de la República. Los detractores de esta decisión aseguran que Pinochet no merece la aplicación de este protocolo, ya que se autoproclamó Primer Mandatario chileno y no fue elegido democráticamente. Sin embargo, con la única excepción de la muerte de Salvador Allende, cuyo deceso dio paso a la dictadura de Pinochet, todos los ex Mandatarios chilenos han tenido un duelo oficial de tres días luego de su fallecimiento.

La Presidenta Michelle Bachelet, mientras fue candidata a La Moneda, dijo que considera que muchos chilenos se sentirían "violentados" si Pinochet tuviera honores de Estado.

Hoy, tras el deceso de Pinochet, deberá detonarse un operativo destinado a conciliar ambas posiciones.

Al momento de su muerte, el ex dictador Augusto Pinochet enfrentaba casi 300 querellas en su contra por casos de violaciones a los derechos humanos. Según las leyes chilenas, estos casos no mueren con Pinochet, sino que seguirán siendo investigados por los tribunales.

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