NUEVA YORK, 3 Jul. (Reuters/EP) -
Siete exembajadores de Estados Unidos ante Naciones Unidas bajo presidentes republicanos y demócratas han pedido este lunes al secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, que amplíe los fondos estadounidenses para la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, según sus siglas en inglés).
Estados Unidos, que ha sido durante mucho tiempo el mayor donante de la UNRWA, está proporcionando solo 60 millones de dólares de los 365 millones prometidos este año, según informó en abril el director de la agencia, Pierra Kraehenbuehl, a Reuters.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, redujo la ayuda después de cuestionar su valor y dijo que Washington solo daría ayuda si los palestinos acordaban reanudar las conversaciones de paz con Israel, mientras que el Departamento de Estado señaló que la agencia necesitaba hacer reformas no especificadas.
Estados Unidos está tratando de poner en marcha conversaciones de paz estancadas entre Israel y los palestinos, pero aún no ha revelado un plan de paz.
"Esta brecha financiera pone en tela de juicio la capacidad de la UNRWA de continuar brindando educación y servicios de salud a millones de personas y tiene ramificaciones de seguridad nacional para nuestros aliados más cercanos, incluidos Israel y Jordania", según han afirmado los exembajadores de Estados Unidos ante Naciones Unidas.
"Instamos a restablecer los fondos de Estados Unidos para llenar este vacío", han recalcado en una carta que también ha sido enviada a la actual embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, y al asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton.
La carta ha sido firmada por Samantha Power, Susan Rice, Bill Richardson y Madeleine Albright, que fueron nombrados por presidentes demócratas, y John Negroponte, Edward Perkins y Thomas Pickering, nombrados por presidentes republicanos.
La UNRWA fue fundada en 1949 para ayudar a los refugiados palestinos. Asiste a alrededor de 5 millones de refugiados palestinos en Cisjordania, Gaza, Siria, Líbano y Jordania. Además, cuenta con unas 700 escuelas, más de 140 clínicas y alimenta a cientos de miles de personas.
"El no proporcionar los recursos necesarios con urgencia tiene un precio. Más dificultades para las comunidades. Más desesperación para la región. Más inestabilidad para nuestro mundo", señaló la semana pasada el secretario general de la ONU, António Guterres.
"Debemos hacer todo lo posible para garantizar que la comida continúe llegando, que las escuelas permanezcan abiertas y que las personas no pierdan la esperanza", aseveró.
Más de 130 palestinos han sido asesinados por las fuerzas israelíes en las protestas fronterizas de Gaza desde el 20 de marzo. La mayoría de las muertes se produjeron el pasado 14 de mayo, el mismo día en el que Estados Unidos trasladó su Embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.
En medio de la condena internacional por el uso de la fuerza, Israel dijo que muchos de los muertos eran milicianos y que el Ejército israelí estaba rechazando los ataques en la frontera entre Israel y Gaza. Washington ha mantenido el derecho de Israel de defenderse.
Los palestinos y sus partidarios recalcaron que la mayoría de los manifestantes eran civiles desarmados y que Israel utilizó una fuerza excesiva contra ellos.
