MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El experto independiente sobre la situación de los Derechos Humanos en Malí, Alioune Tine, ha afirmado este jueves que en el norte y el centro del país "existe un verdadero clima de miedo e inseguridad", al tiempo que ha resaltado que "el Estado no ha garantizado su papel de protección".
"En el norte y el centro del país reina un verdadero clima de miedo e inseguridad con un impacto real sobre la vida de las población, perseguida por una violencia diaria", ha indicado en su comunicado.
"Esta situación se debe a la ausencia de ciertas autoridades del Estado en Tombuctú, Gao, Kidal, Mopti y Ménaka, especialmente la ausencia de un sistema judicial, administrativo, de defensa y de seguridad", ha argumentado.
Tine ha sostenido tras una visita de doce días al país africano que el incremento de los enfrentamientos intercomunitarios, los asesinatos, los atentados con bomba, los ataques contra convoyes humanitarios, los secuestros, los robos y las violaciones tienen un impacto sobre la sociedad maliense.
"Ninguna mujer puede subirse en un autobús entre Gao y Bamako sin un riesgo de violencia física o sexual", ha alertado, antes de recomendar a la comunidad internacional que refuerce su colaboración con el Estado maliense.
Asimismo, ha apuntado que esta situación tiene un impacto sobre miles de niños que no pueden acudir a la escuela. Tine ha detallado que cerca de 332.400 niños han quedado privados de su derecho a la educación durante el último año esolar.
"Se deben tomar medidas de seguridad para evitar que Malí pierda una generación de estudiantes", ha advertido, antes de pedir al primer ministro, Soumeylou Boubeye Maiga, que actúe para mejorar la situación.
En otro orden de cosas, ha expresado su preocupación por las tensiones políticas derivadas de las últimas elecciones presidenciales y la organización de las próximas elecciones parlamentarias. Por ello, ha resaltado que las mismas deben celebrarse en "pazs y serenidad".
Tine ha subrayado además la existencia de "dificultades graves" en la aplicación dela cuerdo de paz de Argel, firmado en 2015 para poner fin al conflicto en el norte del país, una región conocida como Azawad.
Por último, el experto ha reclamado a todos los actores que respeten de forma estricta la independencia e imparcialidad de las organizaciones humanitarias en su trabajo a favor de la población maliense.
El norte de Malí es una región convulsa con presencia de tropas francesas desde la revuelta tuareg de 2013, que rápidamente fue secuestrada por grupos yihadistas, lo que provocó la intervención militar de París en su antigua colonia. La inestabilidad se ha extendido en los últimos meses hacia la zona centro del país.
