MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un experto de Naciones Unidas para Sudán ha expresado este martes su preocupación por las informaciones sobre el uso de violencia, intimidación y otros tipos de abusos por parte de las fuerzas de seguridad del país para "silenciar" a las mujeres.
"Estos abusos son peores en el contexto amplio de desigualdad de género en la sociedad sudanesa y en el marco legal que la institucionaliza", ha dicho Aristide Nononsi tras diez días de visita al país.
Así, ha sostenido que los delitos contra la moralidad, como los usados contra aquellas que se considera que visten de manera "indecente", así como los castigos corporales y las humillaciones, suponen violaciones de las normas internacionales sobre Derechos Humanos.
Nononsi ha pedido a las autoridades que adopten medidas efectivas, entre ellas una reforma del marco legal del país, para hacer frente a los huecos institucionales a nivel de seguridad y justicia.
Por otra parte, ha llamado la atención sobre la situación de las personas detenidas en la prisión de Shallah, ubicada en Darfur Norte, y especialmente la de cerca de 120 personas detenidas bajo las leyes del estado emergencia.
El experto de la ONU ha alertado además sobre la situación de 56 personas condenadas a muerte y ha resaltado que "estas personas están en riesgo de ser ejecutadas en cualquier momento".
"Necesitan protección y la atención internacional debe ser dirigida a hacer frente a este asunto con urgente. Animo al Gobierno a suspender todas las ejecuciones de cara a la abolición de la pena de muerte", ha sostenido.
En otro orden de cosas, ha criticado también la detención de activistas y periodistas por las protestas registradas en enero contra el aumento de los precios de los productos básicos.
"Aplaudo la decisión de liberar a algunos de los arrestados y animo a las autoridades a garantizar que todos los detenidos de forma arbitraria son liberados y a garantizar que este tipo de detenciones no vuelven a tener lugar en el futuro", ha zanjado.
Las protestas y los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad comenzaron después de que Jartum impusiera duras medidas económicas en línea con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El país devaluó su moneda a 18 libras sudanesas por dólar, frente a 6,7 libras en 2017 y también ha reducido los subsidios al trigo, provocando que rápidamente se duplicaran los precios del pan.
La economía de Sudán se vio golpeada desde que Sudán del Sur se independizó en 2011, llevándose dos terceras partes de su producción petrolera. Pero Estados Unidos levantó el pasado octubre las sanciones impuestas 20 años antes y el FMI ha aconsejado desde entonces embarcarse en vastas reformas.
