Las facciones armadas acuerdan cesar los combates y crear un frente unido para las conversaciones con el Gobierno

Actualizado: lunes, 6 julio 2015 2:59

UAGADUGÚ, 29 Ago. (Reuters/EP) -

Los representantes del Movimiento de Liberación Nacional del Azawad (MNLA) y del Movimiento Árabe del Azawad (MAA) han acordado este jueves poner fin a las hostilidades y crear un frente unido para las conversaciones con el Gobierno de Malí que se celebrarán en Argelia a principios de septiembre.

El líder del MAA, Ahmed Ould Sidi Mohamed, y el representantes del MNLA y los grupos aliados, Alghabass Ag Intalla, han firmado un comunicado tras cuatro días de reuniones en la capital de Burkina Faso, Uagadugú.

Mohamed Ousman Ag Mohamedoun, el portavoz de la Coalición del Pueblo del Azawad (CPA), aliado del MAA, ha detallado que los grupos han acordado que la región debe seguir formando parte de Malí con un Gobierno secular, si bien presionarán para crear un Ejecutivo que satisfaga las necesidades específicas del Azawad.

En abril de 2012, el MNLA arrebató todo el norte de Malí, de mayoría tuareg, a las tropas gubernamentales en una rebelión cuyo fin último era la independencia, pero la revuelta fue secuestrada rápidamente por tres grupos islamistas: el Movimiento de Unidad para la Yihad en África Occidental (MUYAO), Ansar Dine y Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI).

Desde entonces, los islamistas implantaron la 'sharia' (ley islámica) en las ciudades de Tombuctú, Kidal y Gao y destruyeron templos históricos en los que, según su criterio, se ejercía la idolatría.

A principios de enero de 2013, estos grupos islamistas comenzaron a avanzar hacia la línea de demarcación en la región de Mopti, mientras que varias unidades de los grupos yihadistas presentes en la zona se desplegaron al sur de Tombuctú, lo que desencadenó una intervenció francesa que hizo replegarse a los extremistas.

Los tuareg han protagonizado varios levantamientos para conseguir que se reconozca la autonomía de dicho pueblo o la creación de un país propio en la región.

Entre 1990 y 1996, los tuareg combatieron contra Malí y Níger en una revuelta instigada por una grave hambruna en la región, la dura represión contra los derechos políticos de esta población y la crisis de refugiados derivada de la debilidad política de ambos países durante la década de los ochenta.

Más recientemente, los tuareg volvieron a tomar las armas entre 2007 y 2009 a causa de la lenta e insatisfactoria desmovilización e integración de los rebeldes en la vida civil y las Fuerzas Armadas. En el proceso, varios políticos tuareg fueron destituidos de sus cargos y algunos terminaron en la cárcel.

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