BOGOTÁ, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunció hoy, simultáneamente a la liberación de los cuatro ex congresistas secuestrados desde hace más de seis años, que ésta será la "última entrega unilateral de rehenes" y que lo que "debe seguir ahora" es el despeje militar de los municipios de Florida y Pradera, en el departamento del Valle del Cauca, para iniciar el proceso hacia un intercambio humanitario de secuestrados por rebeldes presos en cárceles colombianas.
En un comunicado colgado en la página de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL), las FARC subrayan que la liberación de los ex congresistas Luis Eladio Pérez, Gloria Polanco, Orlando Beltrán y Jorge Eduardo Géchem "es el logro de la persistencia humanitaria y de la sincera preocupación por la paz de Colombia del presidente Hugo Chávez y de la senadora Piedad Córdoba".
Para el grupo armado, la entrega de estos cuatro rehenes es "la más contundente manifestación de que puede más la humanidad que la intransigencia", por lo que afirma que lo que "debe" pasar a partir de ahora es que el Ejército colombiano despeje los municipios de Pradera y Florida (oeste del país) durante 45 días "para pactar con el Gobierno en ese espacio la liberación de los guerrilleros y de los prisioneros de guerra en poder de las FARC".
En lo que respecta a la entrega en concreto de los cuatro ex diputados, las FARC señalan que la misión ha tenido lugar "en medio de un gigantesco operativo bélico que, despreciando la vida de los prisioneros, intenta su rescate militar a sangre y fuego". "En estas circunstancias --advierte--, un desenlace fatal, sería responsabilidad del Gobierno de Colombia".
DENUNCIA LA ACTUACIÓN DE BOGOTÁ
En el comunicado, fechado en las "montañas de Colombia" por el Secretariado del Estado Mayor Central, la guerrilla destaca su "voluntad" para llegar a un acuerdo humanitario, lo cual, asegura, ha sido "rubricado en la liberación unilateral" de 304 militares y policías capturados en combate, de Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, de los cuatro ex congresistas y de los policías del Putumayo, entre otros, refiriéndose a todos los rehenes que han entregado hasta el momento.
Sin embargo, denuncia que el Gobierno colombiano, exceptuando la excarcelación del guerrillero Rodrigo Granda el pasado verano, "no ha hecho más que manipular a la opinión (pública) con la liberación de supuestos guerrilleros, encabezados por los mismos dos o tres agentes de la Inteligencia a los que siempre recurre como comodines desvergonzados, según la circunstancia".
Por último, las FARC agradecen a Chávez "sus desvelos por el canje de prisioneros de guerra y la paz de Colombia". "Su gestión y la de la senadora Piedad Córdoba debe ser rodeada por los familiares de los prisioneros de guerra y por todos. Su valerosa posición de considerar a las FARC como fuerza beligerante está en el camino correcto porque remueve inamovibles y dinamiza la búsqueda de una solución política al largo conflicto social y armado que vive Colombia", consideran.
"A esa inmensa mayoría que marchó, no contra las FARC, sino contra la violencia, por el intercambio humanitario y la paz, nuestro reconocimiento y exhortación a proseguir sus esfuerzos por la concreción de tan justa causa", concluye el comunicado.
40 POLÍTICOS, MILITARES Y EXTRANJEROS
Por otra parte, el comunicado insiste en el despeje militar de los municipios de Florida y Pradera, en el departamento del Valle del Cauca, para facilitar un intercambio humanitario. En el grupo de secuestrados "canjeables" hay 40 políticos, militares y empresarios, entre ellos los tres estadounidenses.
Entre los políticos destaca por encima de todos la ex candidata presidencial franco-colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada el 23 de febrero de 2002 junto a su compañera de campaña Clara Rojas, quien ya fue liberada el mes pasado junto a la ex senadora Consuelo González de Perdomo tras otra mediación del mandatario venezolano, Hugo Chávez.
Asimismo, el ex miembro de la Cámara de Representantes Óscar Tulio Lizcano fue capturado el 8 de agosto de 2000, el ex gobernador del departamento del Meta Alan Jara Urzola lleva secuestrado casi siete años, mientras que el ex diputado del Valle Sigifredo López lleva en poder de las FARC casi seis.
Entre los extranjeros que todavía permanecen capturados figuran los tres estadounidenses Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell. Son, junto con Ingrid Betancourt, los rehenes con más "renombre" por tener detrás a un gobierno extranjero pidiendo su liberación. Fueron secuestrados un año después que la ex candidata, cuando el grupo rebelde derribó el avión en el que viajaban.
El resto de rehenes "canjeables", un total de 33, son militares colombianos, 26 de los cuales llevan ya diez u once años en la selva en poder de las FARC. El más conocido es Pablo Emilio Moncayo Cabrera --capturado el 21 de diciembre de 1997--, ya que su padre, el profesor Gustavo Moncayo, ha protagonizado en los últimos meses caminatas de cientos de kilómetros con las manos encadenadas para exigir la liberación de todos los secuestrados y el fin del conflicto en Colombia.
